La poesía y el mar 2 de octubre

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Poemas leídos en el encuentro del 2 de octubre (faltan algunos que todavía no recibí). Nos vemos el 23 de octubre, a las 18. A los temas que estuvimos viendo le sumamos La poesía y los poetas…  abrazo!

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“Pater escribió que todas las artes propenden a la condición de la música, acaso porque en ella el fondo es la forma, ya que no podemos referir una melodía como podemos referir las líneas generales de un cuento. La poesía, admitido ese dictamen, sería un arte híbrido: la sujeción de un sistema abstracto de símbolos, el lenguaje, a fines musicales”.

Borges, Prólogo a la  Obra Poética, prólogo a El otro, el mismo.

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Al vino
En el bronce de Homero resplandece tu nombre,
negro vino que alegras el corazón del hombre.

Siglos de siglos hace que vas de mano en mano
desde el ritón del griego al cuerno del germano.

En la aurora ya estabas. A las generaciones
les diste en el camino tu fuego y tus leones.

Junto a aquel otro río de noches y de días
corre el tuyo que aclaman amigos y alegrías,

Vino que como un Éufrates patriarcal y profundo
vas fluyendo a lo largo de la historia del mundo.

En tu cristal que vive nuestros ojos han visto
una roja metáfora de la sangre de Cristo.

En las arrebatadas estrofas de sufí
eres la cimitarra, la rosa y el rubí.

Que otros en tu Leteo beban un triste olvido;
yo busco en ti las fiestas del fervor compartido.

Sésamo con el cual antiguas noches abro
y en la dura tiniebla, dádiva y candelabro.

Vino del mutuo amor o la roja pelea,
alguna vez te llamaré. Que así sea.

Jorge Luis Borges

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Moderna

Yo danzaré en la alfombra de verdura,

ten pronto el vino en el cristal sonoro,

nos beberemos el licor de oro

celebrando la noche y su frescura.

Yo danzaré como tierra pura,

como la tierra yo seré un tesoro,

y en darme pura no hallaré desdoro,

que darse es una forma de la Altura.

Yo danzaré para que todo olvides

y habré de darte la embriaguez que pides

hasta que Venus pase por los cielos.

Más algo acaso te será escondido,

que pagana de un siglo empobrecido

no dejaré caer todos los velos.

Alfonsina Storni

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PLOC

Cae

sensual

perlada

lamida por la luz

cae

soberbia

serena

voluptuosa

lengua de nácar

elongada

cae

pezón de púber

cae

embarazada

y antes de caer

estira

su eros coloidal

hasta que

nace

o muere

y PLOC

la gota

de agua

GraCiela Vergel

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La última curda

Lastima, bandoneón,

mi corazón

tu ronca maldición maleva…

…Tu lágrima de ron

me lleva

hasta el hondo bajo fondo

donde el barro se subleva.

¡Ya sé, no me digás! ¡Tenés razón!

La vida es una herida absurda,

y es todo tan fugaz

que es una curda, ¡nada más!

Mi confesión.

Contame tu condena,

decime tu fracaso,

¿No ves la pena

que me ha herido?

Y hablame simplemente

de aquel amor ausente

tras un retazo del olvido.

¡Ya sé que te lastimo!

¡Ya sé que te hago daño

llorando mi sermón de vino!

Pero es el viejo amor

que tiembla, bandoneón,

y busca en el licor que aturde,

la curda que al final

termine la función

corriéndole un telón al corazón.

Un poco de recuerdo y sinsabor

gotea tu rezongo lerdo.

Marea tu licor y arrea

la tropilla de la zurda

al volcar la última curda.

Cerrame el ventanal

que arrastra el sol

su lento caracol de sueño,

¿No ves que vengo de un país

que está de olvido, siempre gris,

tras el alcohol?

Cátulo Castillo

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Vaso vacío

Siempre es bueno recordar

Que un vaso vacío

Está lleno de aire

Siempre es bueno recordar

Que el aire oscuro de una cara

Está lleno de aire vacío

Vacío de lo que en el aire del vidrio

Siéntese

Siempre es bueno recordar

Almacenar en color que en el aire vacío

Una cara sombría está llena de dolor

Siempre es bueno recordar

Que un vaso vacío

Está lleno de aire

Que el aire en el vaso ocupa el lugar del vino

Ese vino busca ocupar el lugar del dolor

Ese dolor ocupa la mitad de la verdad

La verdadera naturaleza interior

Una mitad llena, una mitad vacía

Una mitad tristeza, otra mitad alegría

La magia de toda verdad, todo amor poderoso

La magia de toda verdad, todo amor poderoso

Siempre es bueno recordar

Que un vaso vacío

Está lleno de aire

Gilberto Gil/Chico Buarque

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El brillo de una hebra en la telaraña con el sol y un avión que transcurre (a gran altura) lejanísimo y en silencio por el azul imaginado, inauguran una forma.

El hilo que tramó la araña en su laboriosa noche conserva aún una gota de rocío, una lámpara de agua dormida; el humo blanco y en fuga que deja el aeroplano mientras se hunde en el sur no dura más que un segundo, como si fuese el evanescente espíritu de un sueño.

Este instante es un rayo luminoso parecen susurrar las hojas en mi oído, un destello inasible de la realidad que se esfuma. Quizá aquí nace el poema que escribo en la escala tintineante del jardín, un breve relumbrar de la telaraña tejedora que brilló en mi ojo y el instantáneo giro de mi mirada a un cielo sin nubes. Una cuerda y un soplo como un cristal callado ante la aparición repentina de un pétalo de sol.

Mientras los pájaros aletean el aire y estiran la sábana de la mañana, recojo retazos de un sueño, los efluvios diurnos que un corazón nocturno dejó corre entre mis dedos como ríos nuevos.

Javier Bustos

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Pastor de nubes

Ese que canta es Barbosa,
Pastorcito tastileño.
Apenas se lo divisa,
Cuando llovizna en el cerro.
Apenas se lo divisa,
Cuando llovizna en el cerro.

Cada cardón de la falda
Se le parece por dentro.
Un poco por las espinas,
Pero más por el silencio.
Un poco por las espinas,
Pero más por el silencio.

La florcita amarilla
De tu sombrero,
Pastora, dámela en Pascua,
Que es tiempo de andar queriendo.
Pastora, dámela en Pascua,
Que es tiempo de andar queriendo.

Mirando pasar las nubes,
Encima del cerro me quedo,
Y de golpe me parece
Que soy yo el que se está yendo
Y de golpe me parece
Que soy yo el que se está yendo.

Pastores como Barbosa,
Puede ser que estén habiendo.
Pero ninguno como él,
Que de amor ande muriendo
Pero ninguno como él,
Que de amor ande muriendo.
La florcita amarilla
De tu sombrero,
Pastora, dámela en Pascua,
Que es tiempo de andar queriendo.
Pastora, dámela en Pascua,
Que es tiempo de andar queriendo.

Manuel J. Castilla

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Zamba para Rosendo

Han comenza’o las cosechas
Los chango’ a las viñas van
Y en un carro allá va Rosendo
Meta chicote a su pardal
Y en un carro allá va Rosendo
Meta chicote a su pardal

Han comenza’o del más bueno
Luego a las rosas se irán
Seguirán por lo de Vallejo
En lo de Fernández, viña nueva
Seguirán por lo de Vallejo
En lo de Fernández, viña nueva

Ahí viene Rosendo por la calle nueva
Trayendo en su carro el fruto de Dios
Y en las bodegas de don Pedro
Todita es’ uva vino se ha’
Y en las bodegas de don Pedro
Todita es’ uva vino se hará

Tairara, tairara
Tairara, tairara

Entre surco’ en las bodega’
Los changos entonarán
Esta zambita que ha nacido en
Medio la viña de mi Amingá
Esta zambita que ha nacido en
Medio la viña de mi Amingá

Por los surcos van juntando
Uvas dulces como miel
Y en sus cestitos de poleo al
Llenar el carro al tranco se van
Y en sus cestitos de poleo al
Llenar el carro al tranco se van

Ahí viene Rosendo por la calle nueva
Trayendo en su carro el fruto de Dios
Y en las bodegas de don Pedro
Todita es’ uva vino se hará
Y en las bodegas de don Pedro
Todita es’ uva vino se hará

Díaz Bazan

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Las nubes

Con la descripción de las nubes
debería darme mucha prisa,
en una milésima de segundo
dejan de ser ésas y empiezan a ser otras.
Es propio de ellas
no repetirse nunca
en formas, matices, posturas y orden.
Sin la carga de ningún recuerdo
se elevan sin problemas sobre los hechos.
¡De qué van a ser testigos!,
en un segundo se disipan en todas direcciones.
Comparada con las nubes
la vida parece tener los pies sobre la tierra,
se diría que es inmutable y prácticamente eterna.
Frente a las nubes
hasta una piedra parece un hermano
en el que se puede confiar
y las nubes, nada, primas lejanas y frívolas.
Que exista la gente si quiere,
y después que se mueran uno tras otro,
poco les importa a las nubes
esas cosas
tan extrañas.
Sobre toda tu vida
y también sobre la mía, aún incompleta,
desfilan pomposas igual que desfilaban.
No tienen la obligación de morir con nosotros.
No necesitan ser vistas para poder pasar.

Wislawa Szymborska

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Yo quería quedarme como estaba

quieta

no en el medio del invierno

sino en pleno estío

brillando de sol

la piel tostada

con olor a deseo

como un conejo que ronda el pastizal

saboreando la hierba húmeda

moviendo el rabo

temblando

de puro gozo

con el hocico mojado

 atenta

observando los fracasos ajenos

con la convicción de

ser una mujer afortunada

como una niña cantando una ronda

revoloteando el vestido

mirando a los demás

sucumbir caer

confiando en mi poder

sin vacilar

sin tiempo

vencedora sin flaquezas

casi siempre en flor

gran engaño

(puro afán de ser feliz)

la mesa puesta

el agua clara las rodajas de limón

la sopa en los platos

la tertulia familiar

casi una ceremonia

en torno a los sabores

las veladas sin fin

sin que faltara el vino

que nada fuera pasado

devorando el presente eterno

sin sentir

sin percibir

el inicio del frío

Silvina Gómez

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¿Qué súbito desaliño

pincela de cobres la mañana

recién nacida del mar?

Apenas aclara salgo

con mi alma naranja

a despejar los vestigios de la bruma

a imprimir en la inhabitada playa

unos versos de sílice

que borrarán en complicidad

las olas, la sal de la brisa

y los prestos pasos

de ese caminante

que sale a platicar con las gaviotas

antes que los rayos impiadosos

le enciendan la piel

y la memoria

de otro cuerpo y otros pasos

bordeando la orilla a su lado

pero ya sin dejar huella… 

Silvia Bottallo

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Bebiendo solo a la luz de la luna

Entre las flores, un tazón de vino

bebo solo, ningún amigo está cerca.

Levanto mi copa, invito a la luna

y a mi sombra, y ahora somos tres.

Mas la luna nada sabe de bebidas

y mi sombra se limita a imitarme,

pero así y todo, luna y sombra serán mi compañía.

La primavera es época propicia para el goce.

Canto y la luna prolonga su presencia,

bailo y mi sombra se enreda.

Mientras me mantengo sobrio, somos alegres juntos,

cuando me embriago, cada uno marcha por su lado

jurando encontrarnos en el Río de Plata de los cielos.

Li Po

(Siglo VII D.C)

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La ceremonia

En el monte sagrado del Olimpo,

corre el cervatillo, danzan las doncellas.

Los sátiros tocan  míticas canciones

 Y en rayo de luz, Dionisio se muestra.

En ramas  doradas, suspende racimos

de esa fruta, codiciada  y selecta.

Reina la música, en bosque de cedros.

La luna  arrebata su velo, a la estrella.

El baile se torna audaz y secreto

y la ceremonia del vino comienza.

Los árboles brindan su preciosa  savia

Gea recibe fantástica  ofrenda,

de elixir más noble, que en Jonia se gesta.

El río ancestral marcha hacia lo eterno.

Nace un unicornio, allá, en la foresta.

Una copa de plata se eleva hacia el cielo

y el fuego crepita, en  brisa que vela,

                         mientras se vierte, poción que transforma,

la uva madura, en poderosa fuerza…

Susana  A. Orden

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Magia nocturna

Ya se reúnen poetas,

en esa dorada orilla

Y leen sus versos sutiles

sobre blonda arena tibia.

Las olas se van llevando

sus sensaciones perdidas

hacia vórtice de luz

que la luna precipita,

en mar que se hace horizone

y generoso cobija

canciones de otro tiempo

que se difunden en chispas

del vital fuego sagrado

que eleva las llamas divinas

de los escritos humanos

a celestial sinfonía

Susana A. Orden

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En una playa sembrada de caracoles

¿Qué buscas,

esperando encontrar allí,

en la orilla del mar? Un caracol maravilloso

más brillante que el arcoíris

pequeño como una perla

y tallado como la torre

de una catedral blanca.

¿Qué esperas,

marea tras marea

en la orilla del océano?

Yo he venido

buscando la cifra infinita

 y suma de toda sabiduría

inscripta en un grano de arena

que cabe en la palma de mi mano.

¿Has buscado en vano,

esperado en vano

en las playas blancas?

Todas las mareas

esparcen tesoros en la blanca orilla,

caracoles sin número

más brillantes que el arcoíris

formados en charcas

más profundas que los sueños

en agua purpúrea

en la que bulle la creación,

He encontrado miles de partículas

y cada una es todo

lo que puede decirse,

pero todas están inscriptas

con una firma

que no puedo leer,

tampoco puedo yo

habitar sus torres de marfil

ni sus doradas casas.

Kathleen Raine

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Tomando vino

Me miró, me dio belleza,

y yo la creí mía.

Feliz, me tragué la estrella.

Permití ser pensada

a imagen del reflejo

producido en sus ojos. Bailo, bailo

al compás de repentinas alas.

La mesa es una mesa, el vino, vino

en una copa, que es una copa

y está estando en la mesa.

Y yo soy imaginaria,

increíblemente imaginaria,

imaginaria hasta la médula.

Le hablo de lo que quiere, de las hormigas

que mueren de amor

bajo la constelación del diente de león.

Juro que una rosa blanca

salpicada de vino, canta.

Me río, inclino la cabeza

con cuidado, como si comprobara

un invento. Bailo, bailo

en una sorprendida piel, en un abrazo,

que me crea.

La Eva de la Costilla, la Venus de la espuma,

la Minerva de la cabeza de Júpiter

eran más reales.

Cuando él no me mira,

busco mi reflejo

en la pared. Y sólo veo

un clavo del que han descolgado un cuadro.

Wislawa Szymborska

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Crónica del Encuentro La poesía y el mar del 2-10-2021. Temática: el mar, el vino, la música y el cielo.

-Gustavo Zaldívar: se habla de la función del padre, la falta de, la crisis, «hay que escucharlos» (a los chicos en el colegio)

Graciela Vergel (con Lino) «seré breve; hice una monografía del vino triste, desde Armando Tejada Gómez (El vino triste) y Litto Nebbia, Horacio Guaraní, Jaime Dávalos, hasta que llegué al tango, la soledad y el olvido y encontré perlas. (Lee La última curda)  Ese es el tango que encontré, que da ganas de cantar y llorar al mismo tiempo. Por último tomé algo de Javier y «A la gota de agua» y escribí «Plop»: «cae, sensual, perlada» «lengua de nácar» «cae embarazada» «nace o muere»

-Javier: «encontré una perlita, una canción de Gilberto Gil «Copo vacío», que yo cantaba hace un tiempo: «un vaso vacío está lleno de aire» «un rostro está lleno de un aire vacío» «está lleno de dolor» «el aire en el vaso ocupa el lugar del vino» «que el vino ocupa el lugar del dolor» «una mitad alegría» «todopoderoso amor» (traducción oficial). Para finalizar, un texto mío que escribí a fines de 2019: «El brillo de una hebra en la telaraña con el sol»: «y un avión» «conserva aún una gota de rocío» «no dura más que un segundo» «un destello inasible» «una cuerda y un soplo» «retozo retazos de un sueño»

-Aníbal: «Borges, en un prólogo (que son muy buenos) de «El hacedor»: «todas las artes propenden a la música» «la poesía . . . el lenguaje a fines musicales» Los primeros poetas griegos se acompañaban de la lira (que no sabemos cómo era). El tema del cielo lo mandé con Molina y el tema del vino (para la charla de mañana)lo relacioné con los poetas arcaicos griegos. Ver Gargantúa y Pantagruel y el oráculo del vino que revelará la verdad y el oráculo es una parodia sobre el matrimonio, es de Rabelais. Tengo dos poemas para leerles, uno de Borges «Al vino»: «en el bronce de Homero» «de mano en mano» «en la aurora ya estabas» «amigos y alegrías» «vas fluyendo a lo largo de la historia del mundo» «metáfora de la sangre de Cristo» «yo busco en tí las fiestas  del . . . compartido». Y el otro, de Alfonsina, «Moderna»: «licor de oro» «yo danzaré» «quedarse es una forma de la altura» «hasta que Venus pase por el cielo». Luego leeré a Leo y Silvina»

-Gustavo Zaldívar:»ando por Machado, Maturana; uno ambas cosas, primero me emborracho y luego me voy por las nubes. Zamba tucumana, «La de Kayam»: «cuando yo vine al mundo Dios ya sabía que me iba a gustar el vino como la vida» «cómo puede ser pecado andar tomando» «revisen el plan divino que en algo falla». Se llama así por Omar Kayam, poeta persa medieval. que elogió la embriaguez. Otra, «Zambita de Don Rosendo», que me lleva a recorrer toda la geografía del vino. Cuando éramos chicos nos juntábamos a cantar «Pastor de nubes», con hermanos y Pato, que era muy común, y descubrí Tastil, pastorcito tastileño.

-Hernán: «estuve en una fiesta patronal de Tastil, tan importantes como las ruinas incas o calchaquíes, camino de Salta hasta San Antonio de los Cobres, donde hubo baile y terminamos todos en pedo»

-Javier: «la zamba Pastor de nubes, de Leguizamón y Castilla, tiene una poesía hermosa, «no sabía el pastorcito si eran las nubes o el sol que corría»

-Hernán: «de una poeta española, María Belmonte, «En tierra de Dioniso», lo recibí justo hoy de quien se retira a escribir «Las Bacantes» de Eurípides, esas trágicas escenas que tienen algo del norte de Grecia. Volviendo a las nubes, de la poeta polaca Wisława Szymborska, un poema que se llama, justamente, «Nubes»: «dejan de ser ellas» «no repetirse nunca» «la vida . . . es duradera y casi eterna» «las nubes poco le importan . . .esas codas extrañas» «no necesitan ser vistas para pasar, fluir». Y otro de la misma poeta. «Tomando vino»: «me miró, me dio belleza» «me tragué la estrella» «la mesa es una mesa, el vino, vino» «y yo . . . imaginaria hasta la médula» «la cabeza de Júpiter era más real»

-Aníbal: «me hizo acordar a Safo»

-Patricia Zaldívar: «hola!. Tengo dos cosas, un poema del chino Li Po sobre el vino: «un vaso de vino entre las flores» «bebo solo» «la luna no acostumbra a beber vino» «ahora ebrios cada cual va para su lado» «nubes». De Silvia y su libro recién salido del horno, «Qué súbito desaliño»: «la mañana recién nacida del mar» «de otros cuerpos y  otros pasos»  «ya sin dejar hellas» Un placer Silvia! Gracias

-Silvia: «si, van llegando (los libros suyos que nos regaló) Sobre la foto de Gra, «te vislumbré alma» «oleaje de video» «toneles de amor» «abrazo el vacío completo de tu nombre» «racimo de sobriedad» «la pasión que rebasa la copa»

-Zélica (está haciendo un curso de timonel): «es toda una epopeya»

-Aníbal: «para hacer después una Odisea rioplatense»

-Zélica: «quería leer algo de Briante pero no lo encontré. De Alejandra Pizarnik. «mirando el cielo me dijo» «pienso en tu rostro» «un cóctel mental embaldosa mi frente» «tu ser no se arriesga y yo te deseo» «los dos, tú y cielo». Yo fui a Salta, en una fiesta sobre Güemes y pude ver las tinajas que describe Guaraní que era un buen poeta. Tuve una entrevista con la señora de las tinajas y me traje muchas cosas espirituales»

-Aníbal: «bienvenida Lilian!»

-Lilian: «Hernández, Neruda, Rabindranat Tagore, Horacio, muchos poetas cantaron al vino. Traje algo sobre las nubes de  Alberto Szpunberg «Luces y a lo lejos» (2008, Colihue); en la primera de las seis partes, «Navegaciones»:  «a un costado de su cuerpo» «éste es el mar y ésta es la tierra» «no confundas jamás la orilla con el horizonte» «aprende a reconocer . . . los álamos carolina» «y yo volví a nacer» «sus manos palpitaban». Cuando Graciela leyó «Plop» recordé «Poema del paraguas»: «triste fin para una gota» «ve interrumpida . . .» Es de Luis Luchi, del 70, de «Poemas de las calles transversales»

-Aníbal: «en casa de Maineti, en Mar Azul, un amigo músico de Szpunberg de Barcelona me lo hizo conocer. Murió en 2020. Luchi y Szpunberg pertenecían a grupos de exiliados»

-Inés: «preparé algo de un poeta inglés. El vino y yo no tenemos mucho que ver» (se congeló la imagen de Inés  y Aníbal dijo: «Baco te castigó. Rabelais dijo «bebed siempre y jamás morireís. Para llevar orina en las venas mejor no llevar nada»)

-Hernán: «dice Baudelaire: «quien bebe sólo agua tiene algo que esconder»

-Inés: «apunté para el lado de la música- Traje un poema de versos muy cortos «En una playa sembrada de caracoles» (1951) La música sería para mi las olas que rompen en la orilla. Tiene tres preguntas de alguien que está parado frente a la playa y que alguien reponde: qué esperas? qué buscas? has esperado en vano? de Kathleen Raine. Evoca aquí una poesía de Poe «Un sueño en un sueño»

-Aníbal: «The mariner» de Chesterton tiene rima y música pero la traducción no. Hay una cosa de vivir en el mar que es diferente de beber una copa de vino en la tierra»

-Graciela García (yo): «encontré buenos poetas que escribieron al vino, Borges, Neruda . . . pero encontré un cubano que no conocía y que escribió su primer poema a los 7 años. Se llama José Ángel Buesa (1910-1982). «Brindis»: » lentamente, las dos rosas deshojo: la roja, en vino blanco; la blanca, en vino rojo» «elige . . . tu vaso» «mientras tú bebes, sonriéndome —así,yo, sin que tú lo sepas, me embriagaré de ti…». Y traje un tema de Luis Alberto Spinetta que ya en sus primeros cuatro versos, reúne el vino, el mar, la música y la metáfora más hermosa acerca de la escucha atenta. «Los libros de la buena memoria»: «El vino entibia sueños al jadear/Desde su boca de verdeado dulzor/Y entre los libros de la buena memoria/ Se queda oyendo como un ciego frente al mar» (lo leo completo. Se lo envié a Aníbal junto con el video del audio) Es un poeta!

-Javier: «extraordinario! Spinetta siempre sorprende»

-Susana Orden: «Magia nocturna»: «ya se reúnen poetas» «leen sus versos sutiles» «el mar que se hace horizonte» «vital fuego sagrado» «celestial sinfonía». Otro (que mandé a un concurso) «La ceremonia»: «en el monte sagrado del Olimpo» «un rayo de luz» «Dioniso se muestra» «el baile . . . audaz y secreto» «preciosa savia» «Gea recibe fantástica oferta» «el fuego crepita»

-Cristina: «encontré de Cortázar «Los amigos» porque es con ellos con quienes se comparte el vino: «en el vino, al borde de la noche» «hermanos del destino» «los muertos hablan más pero al oído» «los vivos . . .» «esta antigüa ternura que los nombra»

-Bonnie: «este poema lo hizo Borges en un congreso que estuve en el 83. «Al vino» «en el bronce de Homero» «en la aurora ya estabas» «yo busco en tí . . . el fervor compartido»

-Aníbal: «bien, yo lo leí al principio y vos al final»

-Bonnie: «no me digas, me alegro que lo encontraste. En «El Satiricón» de Petronio, sigue despertando adhesión. «se tiraba al suelo más vino en su mesa que el que se guardaba en uuna bodega cualquiera» «aún comiendo hay que saber literatura» «ese cielo que ves donde tienen su mansión los doce dioses» «mucho vino»

-Aníbal: «de Zeus y Semele nació Dioniso, que significa «nacido dos veces»

Aníbal lee de Silvina: «yo quería quedarme como estaba» «con olor a deseo» «atenta» «con la convicción de ser una mujer afortunada» «confiada en mi poder» «la mesa puesta, el agua clara» «sin que faltara el vino»

-Gustavo Zaldívar: «podríamos pensar en la temática de «Los poetas y la poesía»

-Aníbal: «la experiencia poética, para la próxima»

Graciela García

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