(Poemas no publicados en libro ni incluidos en poemarios. El primero, “Para vivir”, obtuvo una mención en un concurso organizado por la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata, en 1984).
Budayo
De mi ano nacen flores
Y antiguas savias corren
Por mis huesos
Demorados pétalos suben
Espinas de sol
Arborescentes banderas de las tripas
Ya verdes largas en la luz
Dedos sin filos ni bordes
Etéreos ágiles párpados de cielo
Y en el corazón palpitan
Mares amarillos abejas
Celo calma mucho polen ecuánime
Estable latido sincronizado respirar
Atento lejos mínimo
Muslos cabellos juegos de agua
Alas últimas suspiros olvidados.
Para vivir
Para vivir en alguien
Nos bebemos hasta el último sueño
Entregamos los secretos más puros
Destruimos nuestros deseos más íntimos.
Pero qué doloroso era
Andar sin ser mirados por las piedras
Huérfanos cada día
Anhelando la red de una mirada.
Para vivir en alguien
Para que algo lleve nuestro nombre
Derramamos con alguna esperanza
Ese líquido antiguo que anda por nuestra venas.
(1983)
Merlo (San Luis)
Un dibujo en el aire
sin previo mapa, sin orillas, sin marcas,
como un aroma que se recorre a tientas
a punta de nariz, a paraíso ciego.
Así es lo que queda de los aires de Merlo
una flotación en la luz, un sol
sembrado en piedras, molles y arroyitos
una presencia de dioses livianos.
(1991)
Altura
El turista llega y se despoja
subiendo la altura de la sierra
para otear el planeta y elevarse
hacia el viento azul de Dios.
La subida gradual de la aerosilla
contrasta con el sendero hacia la cruz:
individual, austero y peregrino
aunque los dos van al mismo sitio.
Es curioso observar cómo algunos eligen
caminar y cansarse y los otros sentarse
de dos en dos para ser elevados.
Hay un tercer grupo que aborrece la altura:
desde abajo comentan que la aerosilla es cara
y el sendero empinado y sinuoso.
¿Para qué fatigarse?
(1991)
Espejo
Una balada francesa
los barrotes de la cafetería
el talón de Aquiles
en la mujer que imagino desnuda.
Luminoso trajín del sol a medias
donde cada uno en su baldosa
hace los ritos que la belleza rompe,
pájaro rojo en el espacio blanco.
En el ya morir las cosas suben
alzan sus tonalidades
hacia extremos de no existir
de intensidad imaginaria.
Tal el espejo
de una mañana igual a tantas otras,
ni las viejas dulzuras vuelven
porque no tienen sentido:
tal la voz perdida
que ya es aire de hoy,
esta respiración
el agua de la calle.
(1991)
Flash
Fueron unos años infantiles
en los que inventé tu belleza
desde quién sabe qué recuerdo escolar
de conciencia asombrada y vacía.
Tu sonrisa real endulzaba de un modo raro
mi adhesión a tu forma:
una boca fina y unos ojos de cielo
y tu pelo angelical volado por el viento.
La distancia entre mi ojo y el tuyo
era un espacio de ensueño
una recuperada ilusión de verano
en el laberinto sombrío de los cuartos.
Me embriagué de esa increíble sustancia
tan ajena y dulce como un licor fino
extraído de las exóticas regiones del deseo.
Y así fue de fugaz
como una forma dibujada en el aire
por el pañuelo de una nube
que se desgarra y desvanece
en un cielo sin lágrimas.
(1992)
Guiso
Rueda el raudo garbanzo
compacto cae hacia entrañas
latiendo inmóvil en su espesa harina
como un ojo duro.
Hacia futuros pétalos de aire
o hacia tangueras porciones de fainá
como un metal pesado
o una gota de piedra.
Lo siento llegar abriendo campo
con su batallón furioso
de caras pintadas
con sabores y aromas implacables.
Pero en la bruta trampa de la boca
sus formas de luna llena se lastiman
y gimen su martirio
hasta el oro negro lava las heridas.
En algún sueño de mis ojos
tu fuego escondido de semillas
volverá glorioso y fuerte
a ocupar su espacio de amor en la tierra.
(1998)
Hormiga
La fortaleza de la hormiga
resiste toda niebla y augura
años felices para su territorio
alimentado, despojado y libre.
No es una cantidad oceánica
sino relación milagrosa
proporción de fuerza y equilibrio
de pie sobre el ancho planeta.
Esa luz que cae simultánea acaricia
las hojas y hace tibia esta casa
y desde lejos su remota vida recorre
el laberinto subterráneo donde vives.
Tu cama descansa verde
sobre las piedras de basalto
y el engranaje regular de tu memoria
escucha el sonido primordial del cielo.
Si mi pie cae y te destroza
algo de tu muerte quedará rodando
a contraluz de tu forma perdida,
triunfadora voraz de los jardines.
(1998)
Agenda
Cañaverales del despertar
agitan un dolor en frente y ojos
con el viento ulterior del sueño
como paisaje de fondo, desvanecido ahora.
Soy una taza de té
y una cucharita con resto de miel
soy la ventana abierta y la caricia del aire.
Cosas para hacer, cosas para arreglar,
en el espejo del paciente abedul
y una conciencia intranquila
que ve y observa el ser del tiempo.
Es domingo en el hocico oscuro de mi perro
rozo con ojos lentos su nariz esponjosa
calmo la ruidosa euforia de su cola
y derivo hacia la paz del gato.
¿Cómo entrar en ese paraíso ensimismado
donde no cabe un alfiler de zozobra
y el espacio es una amable cuna
donde flota feliz el felino?
Hay noticias, olores y tripas que crujen
en su diario trajín de triturarse
y hay certeza de fugacidad
y fragmentos de dichas y de luchas.
(1999)
Árboles de Buenos Aires
Apretado, sólido,
agredido de orines
encastrado en baldosas inertes.
Del bullicio surge
como de una bruma
la danza de los plátanos.
Nudoso de hostigamientos
cercanos,
achaparrado,
encorvado,
copa sobre tallo de ceniza negra
solitario
rodeado de una nada de pasos.
Ellos son desnudos
la piel expuesta
dedos, ojos
manchados, vigorosas piernas,
poesía, espíritu secreto.
Crecido entre calles
postes, semáforos,
acariciando intimidades,
balcones.
Pintado con una soga blanca
atado de cal por la cintura.
Abonado de excrementos, paciente,
fuerte en el horror de los olores.
Retorcido, casto,
sinuoso en su búsqueda de luz.
(Camino bajo tu mirada
secreta, nocturna,
vespertina,
en la bendición de tus ojos
animal de raíces orinadas
sorbiendo la bella, la pura
tierra corrompida).
Aleteo en el cemento
tumba desenterrada.
En calle entera desaparecida
veredas asfixiadas.
Verticales de ensueño
Vive muriendo deshojado
gajo a gajo, sumado,
superpuesto, roce por roce
innumerable
brisa en el musgoso aire.
La semilla primordial
su silencio
perdura insomne.
Es el otro latir
aunque a veces
se canse de ser árbol.
Lenta, ascendente ceremonia
de la savia
aislado (¿integrado a qué?)
testigo (donde se halla el
pecado, el fruto del deseo).
Nocturno
La noche se escribe en olas
páginas de octubre verde
con aromas
se dibuja también, se esculpe
y es arena que vuelve
sube, crece en la orilla, en formas,
se escribe igual que caracoles,
huellas de aquel niño.
Qué hermoso estar naciendo
entre las letras de la noche incesante.
*
No es lamento ni abstracción oscura,
es puro calendario, registro de uñas,
voces que te habitan, vale decir:
paisaje oral de agua y escritura
en la playa, letras, oraciones de espuma
con cielo, obvio, sin duda, y estrellas.
*
Antes el mar era un largo tren
solitario en la ciudad o el campo
triste de humo y sonoro silbido
melancólico, despedida y abrazo,
pero el agua que ruge sílabas de dios
lava todo, limpia la página y escribe
desnudo, en la noche.
*
Atentamente es un temblor continuo,
evidente, más que el verde de octubre,
savia silenciosa, morada
en hojas del ciruelo,
amarilla
en flores de acacia y en aromos.
Ahí están, en reposo, fuertes como el mar.
*
Mientras duermo la noche se escribe
sí, como se ha dicho mucho:
sombras que acechan, y crecen,
murmullos de ríos en la sangre,
latidos (también se ha dicho)
y todo el inquieto registro interminable
de los órganos, la piel que nos despierta.
*
Entonces: la noche se escribe
con manos de mar
sonoros dedos de agua
con nubes, claro, y alguna brisa.
Y va tejiendo su infinito hilo
su letra infinita en mis sueños.
*
Soy de nacer, me gusta eso (despertar)
y además también acecho, escucho,
no es abstracción, ahí están los pájaros,
los sapos durmiendo bajo las macetas
y los perros insomnes y los gallos
me están hablando ahora
respiran música, letras en el aire oscuro.
*
La noche escribe porque palpa en la noche,
porque vela y cierra,
y escucha ya sin ojos y mira
el lenguaje del mar.
Capullos, envolturas que abren,
aullidos sordos allá lejos,
amorosos abrazos, cuerpos, barcos,
remos solitarios puertos.
(2010)
Otoño
El ronroneo del gato como un Om criatura
se estira y lame la dicha del contacto
y las hojas del liquidámbar se despiden dejando
promesas de generaciones pobres gentes que corren
ilusión de una nueva vestidura
joven, que ya vendrá, que está naciendo
y ella imprime al caer un fruto erizado
en el aire más gris, otoñal,
y todo lo cubre el silencio
y hasta la nube densa de las hojas perennes de los pinos
incansables, insomnes, quieren morir un poco,
no estar, ocultarse en el color disminuido
y hasta el gato se cansa de mi mano.
(2010)
Soneto 2012
(Canta el exceso de frutos que dio un ciruelo, y de las muchas industrias que dellos hicieron las mujeres de la casa)
¿Ciruelas sois, que ya no sois mujeres?
Ciruelas circulares y doradas
Ciruelas rozagantes, achinadas,
Ciruelas budas, tartas y pasteles.
Ciruelas que se meten en sartenes,
Ciruelas en las ollas, reventadas,
Ciruelas jugo, verdes o pasadas
Infinitas ciruelas en manteles.
Yo quiero ser ciruela y que me cuelguen
me recojan, me muerdan y me pelen
me cocinen, me enfrasquen y me hielen.
Yo quiero ser ciruela como ustedes.
Hombre ya no, prefiero ser colgada
Ciruela que os espíe por la ventana.
El ciruelo
La primera forma de la primavera es un aleteo en los ojos
fulgura entre ramas y brotes en latencia besos que van a darse
llueven inmóviles secretos del agua labios de la tierra blancos
qué suavidad recorre el aire salta en mis venas una estrella
dormida cientos miles de parpadeos destapados en un cielo
y ya está atardeciendo un torrente quieto para la foto posa
sonríe sonríen alzan la copa del bautismo entre hojas
promesas entretejidas letras subidas a los trenes del aire
dedos anillados gritos mudos vidas sin palabras plenas miradas
discurre allí su rostro de árbol en tránsito un instante y otro
tiene una huella impresa desde tiempos remotos semilla origen
agua agua en sus raíces zigzagueantes sube a mi ventana y canta
un coro me invita murmurante áspero árbol abrazado a la luz
su propia usina de destellos aún en la noche exterior los pétalos
fulguran flotando en su exacto paraíso vibrando donde hijos
la belleza de las generaciones sobrevive avanza multiplicada
por el milagro inesperado de la vida cuando la muerte reinaba llegó
levadura de polen victoria soplo en las cenizas altas las brasas
palmas de las manos besos lenguas caricias aullidos de la tierra.
(2013)
Fiesta
Hay un agua en mis tripas que resuena con el lejano mar
quedó de hoy ese reflejo instalado en el eje las plantas de
los pies los pelos espumas de mar arena salpicada al cosmos
cielo abierto en el oleaje por los huesos ir y venir de olas
transparencias del cuerpo en la orilla ensayo de pez alga
caracol de luz piedra conchilla vibración del océano sol luna secreta
quedó íntimo copiado el mar en la sangre impreso corre en
mareas va y vuelve tierra y cielo sube se retira en sueños ron
ronea de lejos en un rumor de células y vientres en reposo
mínimos son oráculos voces hondas bandadas de patos ciegos
cruzan emigran alas en el viento oscuro casi ciego túneles
abiertos circulantes me bajé de los altos pedestales al lugar
más tierno bajo los mandatos de la fantasía estar jugar reír
dejo el caldero removido el sabor el mandar la atormentada
condición de héroe esferas rígidas estatuas ecuestres serios
discursos me perdí en la arboleda tantos silencios recuperados
quietud risa no ser corrido siempre hacia ningún lado
soplar las velas de los días sin suspirar dejar que el agua curse
aquí y allá sin lágrimas ahora alta baja escurriéndose en los dedos.
(2013)
Pesca
Vi gritar al pez cuando el cuchillo le cortaba la boca tic tac luna
menguante desde ayer escuché en los ojos su estupor ahogado filo
que no olvido en el canto del gallo inminente run run de amanecer
el pescador clava su anzuelo y se lastima interrumpe el fluir de labios
fue hasta las tripas íntimo cuchillo en la garganta y más allá rompiendo
luna llena menguante vamos matando peces canallas somos buenos
pueden creerme emitió un sonido era un chucho de labios duros
quebrados por el filo el acero curvo bien adentro en el bajo raíz
gritaba parecía un chillido levísimo gestual aleteo en el aire
sin agua espesa sutil atmósfera que asfixia dominarás la tierra
pero la luna era un foco de neón torpemente lancé la carne cortada
sangrante atrás de la rompiente volvió a ser alimento otra vida
corrí las cortinas el brillo me cegaba no es luna eléctrica con sombra
alrededor y el lento nacimiento del día ulular de palomas peces gallos
anzuelo en las tripas sangre a borbotones vuelos de la muerte agua
para respirar sentí el corte en la boca cruzándome los labios el acero afilado dientes
encías garganta pecho estómago allí abajo agonizaba todo aleteaba gimiendo absorto
el último destello de la luna azul se apagaba en mí alimentaba los abismos
sin pausa entraba en el sueño del agua placidez alivio nube vida torbellino.
(2013)
Final
Abro los ojos
y estoy en el rocío
despierto caigo a tierra
voy a florecer, a morir, a renacer.
*
Mi sombra me alcanza
o yo alcanzo a mi sombra
ahora somos uno
adentro de la luz.
*
Soy la tortuga y Aquiles
me roza la espalda
dejo de huir como Héctor
no me alcanzará.
*
Vivo en el ojo de la poesía
donde no me alcanza dios
y hablo con los árboles
y respiro las palomas del aire.
(2013)
Mi padre el Che
En el friso es primero
Un jugador de rugby
Después toma mate y enseguida
Es el rostro de la foto de Korda
Le gustaba matar
Pudo ser un caballero
De Calatrava
O un oficial del Fürher o el Cid o Almanzor
¿O por qué no escribir también
San Francisco de Asís o San Juan el Argentino?
Era el Che, mi padre el Che
Le gustaba matar.
*
Si un revolucionario
Se une a otro revolucionario
Y a otro y a otro se forma
Una célula y así un tejido
Y un cuerpo y muchos en el
Laboratorio del mundo.
Lo haremos, yo pongo mi cuerpo
Para el experimento
En la sangre cálida derramada
El frío cálculo científico
Los aullidos el calvario la salvación.
*
Mi padre el Che quiere un padre
Fidel Fidel Fidel Fidel
Fidel tiene la última palabra.
Nací muriendo respiro ahogándome
Siempre la bocanada cruzada por la luz
De la muerte el límite el vértigo
Hay un anclaje al fin es en él mi padre
Es él, Fidel.
*
Cacho estaba ahí
En la entretela generacional
Pero no mataba una mosca
Pero se emocionaba con el
Retrato del Che hasta su muerte
Ya enfermo confundía a mis amigos
Hola che Guevara les decía
Veía lo veía en ellos ya en el final
De la lucha sin muerte la suya
Sí la suya en las manos duras
Sin armas de los médicos
Guerrilla de la sangre implosiva
Cobardía células violentas impotencia
Grito grito (cobardía) llanto llanto.
(España, mayo 2014)