POEMA 41

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Lo que viene no es cabeza demorada

ni la bella final en las paredes

es un alba que asoma con rosados dedos

y gargantas de zorzales encendidos.

 

No es lo que viene a llamar un pensamiento

que gravemente pesa sobre el mundo

sino una música que atraviesa todo

el aire posible cuando abro los ojos.

 

El mismo colibrí y otros y otros

que zumban ávidos de flores

y los árboles dueños de sí mismos

elevándose lentos hacia el cielo.

 

Y es también el rosa de tus manos

y tus mejillas que renacen sonriendo.

 

***

 

Notas: Poema del despertar, del renacer, y de la condición musical de la poesía, de su irrupción espontánea- no-intelectual. Cabeza final es el título de un poema y de un libro de Joaquin Gianuzzi.

Las referencias a los epítetos homéricos (“cuando asomó la hija de la mañana, la aurora de rosados dedos” o de “doradas mejillas”) confluyen en una final alusión a la compañía de la mujer amada.

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