Lo que viene no es cabeza demorada
ni la bella final en las paredes
es un alba que asoma con rosados dedos
y gargantas de zorzales encendidos.
No es lo que viene a llamar un pensamiento
que gravemente pesa sobre el mundo
sino una música que atraviesa todo
el aire posible cuando abro los ojos.
El mismo colibrí y otros y otros
que zumban ávidos de flores
y los árboles dueños de sí mismos
elevándose lentos hacia el cielo.
Y es también el rosa de tus manos
y tus mejillas que renacen sonriendo.
***
Notas: Poema del despertar, del renacer, y de la condición musical de la poesía, de su irrupción espontánea- no-intelectual. Cabeza final es el título de un poema y de un libro de Joaquin Gianuzzi.
Las referencias a los epítetos homéricos (“cuando asomó la hija de la mañana, la aurora de rosados dedos” o de “doradas mejillas”) confluyen en una final alusión a la compañía de la mujer amada.
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