Textos del encuentro del sábado 8 de febrero de 2025.
(En homenaje al músico Luis Alberto Spinetta)
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“Pater escribió que todas las artes propenden a la condición de la música, acaso porque en ella el fondo es la forma, ya que no podemos referir una melodía como podemos referir las líneas generales de un cuento. La poesía, admitido ese dictamen, sería un arte híbrido: la sujeción de un sistema abstracto de símbolos, el lenguaje, a fines musicales”.
Jorge Luis Borges, Prólogo a la Obra Poética, prólogo a El otro, el mismo.
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28
Salvo los labios que murmuran
el resto del mar está muy quieto
replegado, huraño, silencioso, lejos.
Salvo la boca que gime jadeando
cansada y renovada a cada instante
la espalda enorme es sorda y enigmática.
Salvo los dientes blancos de las olas
que ríen abiertos y se cierran de golpe
el infinito es intemperie ciega.
Como yo, los pastos de la orilla, las aves,
los tamariscos de pestañas finas
lo miran transcurrir, lo escuchan todo el tiempo.
Salvo los ojos, las bocas, los oídos,
que nos hacen ruidosos y evidentes
somos abismo que respira y duerme.
(de mi libro Rosas del desierto)
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El silencio
Y va a romper, porque ya se hizo labio.
Y va a romper la ola en este instante.
Todo a lo largo de este mar es una,
y en lo más alto de su labio estira,
todo a lo largo de este mar, un filo
que me corta el aliento.
En este instante,
todo a lo largo de su filo el viento
corre de sur a norte, y como flecha
va haciéndole saltar blancas astillas,
va a largos saltos con sus plumas blancas.
En un instante, sólo en un instante,
emplumado y silbante, libre y bello
pasa ante mí el silencio.
Héctor Viel Temperley
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Aquí me pongo a cantar
Al compás de la vigüela,
Que el hombre que lo desvela
Una pena extraordinaria
Como el ave solitaria
Con el cantar se consuela.
(primera estrofa del Martín Fierro, José Hernández)
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El mar como un vasto cristal azogado
refleja la lámina de un cielo de zinc;
lejanas bandadas de pájaros manchan
el fondo bruñido de pálido gris.
(primera estrofa de Sinfonía en gris mayor, Rubén Darío)
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Poema XXIV
Al borde de un sepulcro florecido
transcurren dos marías llorando,
llorando a mares.
El ñandú desplumado del recuerdo
alarga su postrera pluma,
y con ella la mano negativa de Pedro
graba en un domingo de ramos
resonancias de exequias y de piedras.
Del borde de un sepulcro removido
se alejan dos marías cantando.
Lunes.
César Vallejo, Trilce.
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“Y llamad a Demódoco, el divino aedo a quien los númenes otorgaron gran maestría en el canto para deleitar a los hombres, siempre que a cantar le incita su ánimo”
“Compareció el heraldo con el amable aedo a quien la Musa quería extremadamente y le había dado un bien y un mal: privóle de la vista y concedióle el dulce canto”.
De La Odisea, canto VIII.
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Decidme ahora, Musas que poseéis olímpicos palacios y como diosas lo presenciáis y conocéis todo, mientras que nosotros oímos tan sólo la fama y nada cierto sabemos, cuáles eran los caudillos y príncipes de los dánaos. a la muchedumbre no podría enumerarla ni nombrarla, aunque tuviera diez lenguas, diez bocas, voz infatigable y corazón de bronce: sólo las Musas olímpicas, hijas de Júpiter, que lleva la égida, podrían decir cuántos a Ilión fueron. Pero mencionaré los caudillos y las naves todas.
De la Ilíada, canto II.
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Agradezco a la Academia de Letras de Suecia el que me haya distinguido con un premio que me coloca junto a muchos de quienes orientaron y enriquecieron mis años de lector y de cotidiano celebrante de ese delirio sin apelación que es el oficio de escribir. Sus nombres y sus obras se me presentan hoy como sombras tutelares, pero también como el compromiso, a menudo agobiante, que se adquiere con este honor. Un duro honor que en ellos me pareció de simple justicia, pero que en mí entiendo como una más de esas lecciones con las que suele sorprendernos el destino, y que hacen más evidente nuestra condición de juguetes de un azar indescifrable, cuya única y desoladora recompensa, suelen ser, la mayoría de las veces, la incomprensión y el olvido.
Es por ello apenas natural que me interrogara, allá en ese trasfondo secreto en donde solemos trasegar con las verdades más esenciales que conforman nuestra identidad, cuál ha sido el sustento constante de mi obra, qué pudo haber llamado la atención de una manera tan comprometedora a este tribunal de árbitros tan severos. Confieso sin falsas modestias que no me ha sido fácil encontrar la razón, pero quiero creer que ha sido la misma que yo hubiera deseado. Quiero creer, amigos, que este es, una vez más, un homenaje que se rinde a la poesía. A la poesía por cuya virtud el inventario abrumador de las naves que numeró en su Iliada el viejo Homero está visitado por un viento que las empuja a navegar con su presteza intemporal y alucinada. La poesía que sostiene, en el delgado andamiaje de los tercetos del Dante, toda la fábrica densa y colosal de la Edad Media. La poesía que con tan milagrosa totalidad rescata a nuestra América en las Alturas de Machu Pichu de Pablo Neruda el grande, el más grande, y donde destilan su tristeza milenaria nuestros mejores sueños sin salida. La poesía, en fin, esa energía secreta de la vida cotidiana, que cuece los garbanzos en la cocina, y contagia el amor y repite las imágenes en los espejos.
En cada línea que escribo trato siempre, con mayor o menor fortuna, de invocar los espíritus esquivos de la poesía, y trato de dejar en cada palabra el testimonio de mi devoción por sus virtudes de adivinación, y por su permanente victoria contra los sordos poderes de la muerte. El premio que acabo de recibir lo entiendo, con toda humildad, como la consoladora revelación de que mi intento no ha sido en vano. Es por eso que invito a todos ustedes a brindar por lo que un gran poeta de nuestras Américas, Luis Cardoza y Aragón, ha definido como la única prueba concreta de la existencia del hombre: la poesía. Muchas gracias.
(Brindis por la poesía, Gabriel García Márquez al recibir el Premio Nóbel).
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Las musas
Habitan el monte Helicón, danzan delicadamente alrededor de una fuente y altar de Zeus, flotan sobre sus pies y organizar coros… Celebran a los dioses, enseñan el canto a los poetas, por eso las invocan al principio y al final… “derraman sobre su boca una gota de miel y suaves palabras fluyen de su boca”… Hijas de Zeus y Mnemosine, engendradas “para olvido de males y remedio de preocupaciones”. Nueve muchachas que solo se ocupan del canto…
Ellas una vez a Hesíodo enseñaron su bello canto
Mientras apacentaba ovejas al pie del Helicón divino.
(***)
Así dijeron las hijas bien habladas del gran Zeus,
Y a mí como cetro me dieron una rama del fértil laurel
Tras haberla segado, admirable; y me insuflaron una voz
Divina, para que celebrara lo futuro y lo pasado, y a cantarle
Al linaje de los sempiternos dioses y a ellas
al comienzo y al final de cada canto.
(Teogonía, Hesíodo)
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Somos música
“El universo es una caja de música pues está construida en proporciones equivalentes a los intervalos de la octava musical (…). Pitágoras habló de la “música de las esferas”, debía de tener afinada la percepción de esta realidad cósmica vibrante que hoy la tecnociencia nos confirma”
“QUIEN CONOCE EL SONIDO LO CONOCE TODO. Cada persona tiene un sonido. El universo es vibración, emanada del tictac de la polaridad originaria, y como el de tu corazón”
“Dame una cuerda y te explicaré el universo”, proclamó Pitágoras: la vibración es función proporcional del segmento de cuerda… Música, matemáticas, geometría… Tu armonía interna responde a proporciones matemáticas, igual que el cosmos. Restablécela y la energía fluirá: conectarás con tu emoción y sonarás como un instrumento afinado…”
(Nestor Eidler, tucumano residente en Barcelona. Violinista, director de orquesta y pedagogo musical de gran reconocimiento internacional).
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A Francisco de Salinas
Catedrático de Música de la Universidad de Salamanca
El aire se serena
y viste de hermosura y luz no usada,
Salinas, cuando suena
la música estremada,
por vuestra sabia mano gobernada.
A cuyo son divino
el alma, que en olvido está sumida,
torna a cobrar el tino
y memoria perdida
de su origen primera esclarecida.
Y como se conoce,
en suerte y pensamientos se mejora;
el oro desconoce,
que el vulgo vil adora,
la belleza caduca, engañadora.
Traspasa el aire todo
hasta llegar a la más alta esfera,
y oye allí otro modo
de no perecedera
música, que es la fuente y la primera.
Ve cómo el gran maestro,
aquesta inmensa cítara aplicado,
con movimiento diestro
produce el son sagrado,
con que este eterno templo es sustentado.
Y como está compuesta
de números concordes, luego envía
consonante respuesta;
y entrambas a porfía
se mezcla una dulcísima armonía.
Aquí la alma navega
por un mar de dulzura, y finalmente
en él ansí se anega
que ningún accidente
estraño y peregrino oye o siente.
¡Oh, desmayo dichoso!
¡Oh, muerte que das vida! ¡Oh, dulce olvido!
¡Durase en tu reposo,
sin ser restituido
jamás a aqueste bajo y vil sentido!
A este bien os llamo,
gloria del apolíneo sacro coro,
amigos a quien amo
sobre todo tesoro;
que todo lo visible es triste lloro.
¡Oh, suene de contino,
Salinas, vuestro son en mis oídos,
por quien al bien divino
despiertan los sentidos
quedando a lo demás amortecidos!
Fray Luis de León
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Poema de la ballena gris
I
Yo que nací en la montaña,
Lejos del mar y sus criaturas,
quiero que me recuerden
frente a la orilla parda
donde la ballena gris
venía a reproducirse
en tumultuosos actos de amor.
Bajo la luz fantástica
Del invierno ilusorio del Sur;
Frente a la orilla inmóvil,
Donde todo se retira
hacia el Extremo Norte,
incluso las mitologías,
mírenme mirar el ojo café
de la ballena fugitiva.
Porque en ese ojo evasivo
Está el misterio de la materia,
En ese canto visual
Está el secreto del presente,
En ese presente vacío
Está comprendida la ausencia,
En esa ausencia atisba
El ojo evasivo de la gracia.
Oh, cuando me haya ido
del tiempo y sus excusas,
yo que nací en la montaña,
lejos del mar y sus criaturas,
recuérdenme junto al agua
blanca de esplendor y de muerte,
donde la ballena mira un instante
al hombre que ha venido a verla.
II
Oh, cuando ya no tenga mente
Para hablar del mar y sus criaturas,
Cuando la ballena gris de la memoria
me haya dejado varado
a orillas de mí mismo,
cuando aquel desconocido
que se sienta en un banco
en el mundo del tiempo y sus excusas,
espiándome a través de los ojos de un puente,
se atreva a pronunciar mi nombre,
quiero que me recuerden
frente a la laguna lívida,
donde del fondo de las mitologías,
surgió la ballena de la materia
para llevarme en su vientre un día.
Homero Aridjis
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Flotando En El Viento
Blowin’ In The Wind
¿Cuántos caminos debe recorrer un hombreHow many roads must a man walk down
Antes de que le llames «hombre» ?Before you call him a man?
Sí, y ¿cuántos mares debe surcar una blanca palomaHow many seas must a white dove sail
Antes de dormir en la arena?Before she sleeps in the sand?
¿Cuántas veces tienen que volar balas de cañónYes, and how many times must cannonballs fly
Antes de sean prohibidas para siempre?Before they’re forever banned?
La respuesta, amigo mío, está flotando en el vientoThe answer, my friend, is blowin’ in the wind
La respuesta está flotando en el vientoThe answer is blowin’ in the wind
¿Cuántos años puede existir una montañaYes, and how many years can a mountain exist
Antes de que sea arrasada por el mar?Before it is washed to the sea?
¿Cuántos años son capaces de vivir algunosYes, and how many years can some people exist
Antes de que se les permita ser libres?Before they’re allowed to be free?
¿Cuántas veces puede un hombre girar la cabezaYes, and how many times can a man turn his head
Y fingir que simplemente no ve lo que pasa?And pretend that he just doesn’t see?
La respuesta, amigo mío, está flotando en el vientoThe answer, my friend, is blowin’ in the wind
La respuesta está flotando en el vientoThe answer is blowin’ in the wind
¿Cuántas veces debe un hombre levantar la vistaYes, and how many times must a man look up
Antes de que pueda ver el cielo?Before he can see the sky?
¿Cuántas orejas debe tener un hombreYes, and how many ears must one man have
Antes de que pueda oír a la gente llorar?Before he can hear people cry?
¿Cuántas muertes serán necesariasYes, and how many deaths will it take till he knows
Para ver que ya ha muerto demasiada gente?That too many people have died?
La respuesta, amigo mío, está flotando en el vientoThe answer, my friend, is blowin’ in the wind
La respuesta está flotando en el vientoThe answer is blowin’ in the wind
Bob Dylan
**
La música fluye
desde un manantial de cuerdas
y la voz se acopla en un pacto
de sangre con las notas.
¿Quién sobrevive a la soledad
sin un puñado de canciones
que exsorcicen los demonios,
los delirios de las noches
sin rimmel en el alma?
Suena el rock del olvido
y quiero bailar hasta el desmayo.
Borrar los años de la desmemoria
para desfallecer en brazos del presente.
En todas las esquinas de mi cuarto
bailan cuerpos desapegados del miedo,
saltan sobre el pentagrama de lo posible
rompiendo los pactos preexistentes.
Vibra la sinfonía de la vida
en el pentagrama de tus ojos
suenan violines en celo,
todo es distorsión significante.
Mi corazón tararea
las letras de tu nombre,
cierra los ojos para oír
la melodía del mundo.
Néstor Maronés Ventaja
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