Una más y me despido de Beethoven. Los dejo con Jorge Madrigal sumergido en la música, en los grupos de meditación, en la incertidumbre por la suerte de Julia y por el devenir de la investigación policial en manos de Luro…
Beethoven le dejará, además de la experiencia de su música -abrumadora y vital-, la lección de que para encontrarse a uno mismo, hay que hacer silencio:
“Recordé una frase del propio Beethoven: ‘Necesito oír el silencio dentro de mí para poder oír la música’; y otra: ‘Cuando el silencio te envuelve, tu alma puede cantar’.
Así que me despido con este Adagio y hago silencio, que buena falta me hace. ¡Abrazo!
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