Poesía, mar y género

publicado en: Blog | 0

Poemas y textos del sábado 14, Poesía, mar y género

Canto a mí mismo (frag)

XXI
Soy el poeta del cuerpo
y el poeta del alma.
Los placeres del cielo son míos
y los tormentos del infierno también.
Los placeres, los injerto y los prolongo en mí mismo y los tormentos, los traduzco a una lengua nueva.
Soy el poeta de la mujer
y el poeta del hombre.
Y digo que es tan grande ser hombre
como ser mujer.
Y que nada es tan grande como ser la madre de los hombres.

XXII
Y tú, mar… También me entrego a ti.
Sé quién eres muy bien.
Desde la playa veo tu mano invitadora que me llama.
Creo que no quieres retirarte sin acariciarme.
Bien. Haremos un viaje juntos.
Aguarda a que me desnude y llévame contigo hasta perder de vista la tierra.
Arrúllame y déjame dormir y soñar en los blandos cojines de tus olas,
úngeme con tu amorosa espuma,
Yo te pagaré con amor.
Mar dilatado de bruñidas lontananzas,
mar de largo resuello convulsivo,
mar que eres la sal de la vida
y la tumba abierta siempre para todos;
mar delicado y caprichoso,
aullido y catapulta en las tormentas,
yo también soy como tú: único y plural.
También yo tengo flujos y reflujos,
también yo llevo en mis entrañas el odio y la paz,
y glorifico a los amigos
y a los que duermen abrazados.

LII
El gavilán manchado desciende sobre mí para acusarme de gárrulo y vagabundo.
Yo también soy indomable e intraducible,
y sobre los tejados del mundo, suelto mi graznido salvaje.

Walt Whitman

(lectura de Anibal)

**

Un poema de La belleza del mundo

…estrictamente hablando, mar, estamos sólos                             

en este raro multiverso que

ni mis ojos ni los tuyos abarcan.

Mis lentas pupilas no vislumbran más que resplandores

fugaces, tus espumosas olas son gemidos

mínimos en el cosmos, arrogante fuerza aquí

pero en la vía láctea pequeña que habitamos

tu ruido no llega a oírse muy lejos.

Entonces solo nos queda encontrar el silencio

hacia el amor, aceptar al doliente y que

tu respiración y la mía sean música.

Anibal Zaldívar

(lectura de Amalia)

**

Pequeña flauta

Pequeña flauta de madera

vagabunda aria del sol

amiga de los pies descalzos

que vas orientando mi sino.

Leve música que inspira

al aire de un lejano mundo

y que en la seda del viaje

acompaña mi silencio.

Pequeña flauta que atesoro

cuando serpentea el alma

es que el viento de los cántaros

es un río de silbidos

y anda adentro errante

peregrino satélite de mi infancia.

Javier Bustos

**

Plateada

A veces cuando la luna llena sale me escondo

yo la espío a través de la ventana

Aunque así me alejo y no puedo ver completo

su disco de nácar

prefiero esa intimidad

ese silencio por atrás del vidrio

entonces me parece que me late fuerte el pecho

me imagino cosas

me sonrojo

También me asaltan los recuerdos

como si estuvieras ahí parado

en calma

y yo oliendo tu cuerpo.

Veo a mi hija recién nacida de mí

con una piel tan suave que no me atrevo a tocarla

temo que se rompa

lo veo a él también

ese bebé colorado que respira suavecito

y siento el olor de la leche que vuelcan mis pechos.

Todo está ahí

el vidrio me protege

la luna ilumina la escena que me invento

porque es de noche

porque solo cuando hay luna

llena

es que aquello vuelve

me invade

y me quedo quieta atrás del vidrio

para que no acabe nunca.

Silvina López

*

recupero el aire

la pulsión perdida

la flor blanca

la vida sencilla

la nube sobre mi cabeza

en esa lejanía que

espanta

toma tantas formas

como mi vida

y en este mismo lugar

donde ya nada es lo mismo

empiezo a preferir tu ausencia

quiero que me dejes

con la blanca flor

con la sencillez de las nubes

en la montaña lejos

entre las jarillas y las verbenas

me interno

en vaya a saber qué vida.

Silvina López

*

El marrón y el verde,

colores de mi infancia,

proyección en el horizonte.

Escribo esta tarde detrás de los silos:

Su caudal, mi aire.

Oxígeno para mis letras.

Libera mi impulso

y pinta estas líneas sobre aguas batidas de tinte marrón.

Su voz se hace canción,

llamado natural que golpea incesante en las barrancas,

melodía en calma aguardando acordes de sus enamorados.

El despertar y las estrellas

se hacen de su reflejo.

Libera sus venas, se alimenta,

trepa y desparrama,

llena sus brazos y florece en verde.

Viajo en su correntada por el Paraná.

Martín Franchina

(Rosario, mayo 2012)

**

Estoy enamorado un poco

Estoy

enamorado un poco

de una polaca llamada Wisława

de apellido Szymborska

y, para los íntimos, Mariusha.

Su padre quería un varón,

le decía: Nada de berrear

Nada de exponer entrañas,

y creo que por eso ella escribió

muchos años después:

Sé componer los rasgos de la cara

para que nadie divise la tristeza

soy quien soy

un caso insólito

podría ser yo pero sin asombro

aunque eso significaría

ser alguien totalmente distinto.

Ah, Wislawa, alma vieja

Ah, Mariusha, siempre nena,

nadie en tu familia murió de amor,

y vos en cambio viviste así

amando el color azul

y buscando siempre a aquel de

ojos color cerveza

que lleno de amor te dijo un día:

Mañana y todas las mañanas

de mi vida

estaré bajo tu balcón

-salvo que llueva.

Ah, Wislawa,

Mariusha, qué ojos tenías

aunque ignoraras de qué iba la obra

y qué papel representabas en ella…

haga lo que haga, dijiste,

se convertirá para siempre en lo que hice.

Y nos advertiste:

Aun con toda mi buena fe

sé que contaré cosas que jamás existieron.

En tu primer viaje al exterior

(a Bulgaria, en tiempos soviéticos)

te alojaron en un triste hotel lejos de la ciudad,

había ahí un enorme globo terráqueo

vos dibujaste una isla minúscula

le pusiste el nombre del hotel

y la pegaste en el lugar

más vacío del Pacífico.

Quien pase alguna vez

por ese rincón de los mares

que nos diga si esa isla aún existe.

¿De dónde vienen esos poemas?

te preguntaron una vez:

Escribo historias muy cortas

que se vuelven más y más cortas

hasta que solo tienen unas pocas líneas

de ahí vienen mis poemas,

dijiste.

Y también:

prefiero lo ridículo de escribir poemas

a lo ridículo de no escribirlos.

Y también:

me gusta escribir a mano en hojas pequeñas

para asegurar el contacto

entre lo que tengo en la cabeza y la mano,

y también

para traducir un poema mío,

primero hay que comprenderlo

y luego basta encontrar algo bonito,

pero no demasiado,

para que suene natural

porque mis poemas son

como respiración

reposada.

Y cuando vino el Nobel

y Polonia entera te quiso abrazar

la sofrenaste con estas palabras:

En este país, por tradición

una poeta tiene que ser maldita,

infeliz por exceso de espiritualidad

y por causa de sus amantes

que no están a la altura de su talento,

perdón, perdón por no ser así

mis señas de identidad

son, es cierto, el frenesí

y la desesperación,

pero así, en minúscula.

Todas las sillas eran duras en tu casa

para que las visitas

no se quedaran demasiado

y lo que más te gustaba de los viajes

era el regreso.

Y cuando no querías hacer algo decías:

será un placer aceptar su propuesta

cuando sea más joven.

Ah, Wislawa,

Mariusha.

Eras de la opinión que

en nuestra época se hablaba demasiado

así que diste el discurso más corto

de toda la historia del Nobel, empezaste así:

En un discurso lo más difícil es

la primera frase. Así que ya la he dejado atrás.

Y contraviniendo el protocolo

saludaste al público

antes que al rey y a la reina,

y después saliste a fumar,

y cuando el rey te ofreció

un chicle de nicotina le dijiste:

dudo que sean tan benéficos

como el cigarrillo

para la literatura.

Ah, Wislawa,

Mariusha.

Déjame decirte una cosa:

no conozco nada más benéfico que vos

para la literatura.

Juan Forn

(lectura de Daniel Martínez Rubio)

**

Kabir me enseña que en cada ola

está todo el océano

y que el océano

las contiene a todas.

Esto hace fuertes mis brazos

cuando nado hacia la boya flotante

que me sirve de puerto.

Anibal Zaldivar

(lectura de Hernán)

**

Ars poética

Siempre he aspirado a una forma mucho más amplia

Que, libre de las aspiraciones de la poesía y la prosa,

Nos dejase entendernos sin exponer

A lector y autor a sublimes agonías.

En la esencia misma de la poesía hay algo indecente:

Expresamos cosas que ignorábamos tener en nosotros.

De modo que parpadeamos como si hubiera

saltado un tigre

Y estuviese en la luz moviendo la cola.

Por eso dicen justamente que un demonio dicta la poesía,

Aunque es exagerado sostener que se trata de un ángel.

Es arduo adivinar de dónde viene el orgullo de los

poetas

Cuando tan a menudo quedan avergonzados

por la revelación de su fragilidad.

¿Qué persona razonable sería una ciudad de demonios

Que se portan a sus anchas, hablan en muchas lenguas

Y, no satisfechos con robarle sus labios y sus manos,

Trabajan en cambiarle el destino para su convivencia

infernal?

Es cierto que hoy se aprecia mucho lo mórbido;

Por tanto acaso pienses que sólo estoy bromeando

O simplemente has encontrado otros medios

De alabar el arte sin ayuda de la ironía.

Hubo un tiempo en que sólo los libros sabios eran leídos

Y nos ayudaban a soportar nuestro dolor y sufrimiento.

Esto, después de todo, no es lo mismo

Que hojear cientos de obras recién salidas de clínicas

psiquiátricas.

Y sin embargo es diferente de lo que parece

Y nosotros somos distintos de cómo nos vemos

en nuestros delirios.

Por tanto las personas preservan su identidad silenciosa

Y ganan el respeto de sus parientes y vecinos.

El propósito de la poesía es recordarnos

Qué difícil es seguir siendo una sola persona,

Ya que está abierta nuestra casa, no tiene llaves

Y huéspedes invisibles entran y salen a su antojo.

De acuerdo, no es poesía lo que ahora digo:

Los poemas deben escribirse rara vez y de mala gana,

Bajo penas intolerables y sólo con la esperanza

De que los buenos espíritus, no los malos, nos elijan

como instrumento.

Czeslaw Milosz

(Lectura de Hernán)

**

La Serena canción

(poema del Romancero Español)

Si la Mar era de leche

Yo me haría un pescador

Pescaría tus dolores

Con palabricas de Amor.

Dame la mano Palomba 

Para subir a tu nido

Maldita que durmes

Sola, vengo a durmir contigo.

Rosita

**

Marinero en tierra

(frag)

Mar    

En las noches, te veo
como una colgadura
del mirabel del sueño.
Asomadas a ella,
velas como pañuelos
me van diciendo adiós
a mí, que estoy durmiendo.
*
La Mar

El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños la marejada
me tira del corazón;
se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá?
Gimiendo por ver el mar,
un marinerito en tierra
iza al aire este lamento:
¡Ay mi blusa marinera;
siempre me la inflaba el viento

al divisar la escollera!

*

Elegía del niño marinero

(A Manuel Ruiz Castillo)

Marinerito delgado,                     

Luis Gonzaga de la mar,                              

¡qué fresco era tu pescado,                      

acabado de pescar!                      

Te fuiste, marinerito,                   

en una noche lunada,                  

¡tan alegre, tan bonito,                               

cantando, a la mar salada!                         

¡Qué humilde estaba la mar!                    

¡Él cómo la gobernaba!               

Tan dulce era su cantar,                              

que el aire se enajenaba.                          

Cinco delfines remeros                               

su barca le cortejaban.                

Dos ángeles marineros,                              

invisibles, le guiaban.                   

Tendió las redes, ¡qué pena!,                  

por sobre la mar helada.                            

Y pescó la luna llena,                    

sola, en su red plateada.                            

¡Qué negra quedó la mar!                         

¡La noche, qué desolada!                          

Derribado su cantar,                     

la barca fue derribada.                

Flotadora va en el viento                           

la sonrisa amortajada                   

de su rostro. ¡Qué lamento                      

el de la noche cerrada!                

¡Ay mi niño marinero,                  

tan morenito y galán,                   

tan guapo y tan pinturero,                        

más puro y bueno que el pan!                 

¿Qué harás, pescador de oro,                  

allá en los valles salados                             

del mar? ¿Hallaste el tesoro                     

secreto de los pescados?                           

Deja, niño, el salinar                     

del fondo, y súbeme el cielo                    

de los peces y, en tu anzuelo,                  

mi hortelanita del mar.                

Rafael Alberti

(lectura de Alicia)

Términos y expresiones que busqué:

Mirabel: puede ser girasol aunque aplica a otras flores.

Luis Gonzaga: patrono de la juventud, santo, jesuita. En España se utiliza para nombrar a un joven apuesto.

Hortelanita: no pude encontrar un texto en relación a esta palabra aplicada aquí. ¿Una historia de amor?

**

Mar y Luna

Amaron amor urgente,
las bocas saladas por la marejada,
las costas dañadas por las tempestades
en esa ciudad tan distante del mar.
Amaron el amor sereno
de nocturnas playas,
alzaban las faldas
y se luna-amaban de felicidad
en aquella ciudad
tan sin brillo lunar.
Amaron el amor prohibido,
hoy eso es sabido,
todo el mundo cuenta
que una andaba lenta,
grávida de luna,
y otra iba desnuda,
ávida de mar.
Y fueron quedando marcadas,
oyendo las risas,
temblando de frío,
mirando hacia el río
tan lleno de luna
y que continúa
fluyendo hacia el mar.
Y fueron corrientes abajo,
rodando en el lecho
y tragando agua,
flotando como algas,
arrastrando hojas,
abrazando flores
hasta naufragar.
Se fueron volviendo peces,
volviendo almejas,
volviendo espuma,
volviendo arena,
plateada arena
con luna llena,
brilla al mar.

Chico Buarque

(lectura de Gustavo)

**

¿Y qué ola es ésta?

Un animal de espuma venido de la sombra

que esparce bruma ciega, humeante, pegajosa.

Desconcierta su voz filosa de puñales, su boca abierta ahoga los gritos del mar.

La ola parece una pregunta

la ola empecinada

en visitar mi playa sin respuestas.

Su constante golpear contra las rocas

es una negra estrella, un presagio

de dolores sin sentido.

Patricia

**

Justicia

Cuentan que un rey soberbio y corrompido

cerca del mar, con su conciencia a solas,

sobre la playa se quedó dormido;

y agregan que aquel mar lanzó un rugido

y sepultó al infame entre sus olas!

Hoy, bien hacéis ¡oh déspotas del mundo!

en estar con los ojos siempre abiertos…

porque el pueblo es un mar, y un mar profundo

que piensa, que castiga y que, iracundo,

os puede devorar. ¡Vivid despiertos!

Julio Flórez Roa (Colombia, 1867-1923)

(lectura de Graciela García)

**

Fermín

Las manos de Fermín

Giran y él también

Gira y da más vueltas

Pobrecito Fermín

Quiere ser feliz

Gira y da más vueltas

En el hospicio le darán

Agua, sol y pan

Y un ave que guarde su nombre

En el hospicio ha de morir

Y antes de callar

EL AVE VENDRÁ DESDE EL MAR

LO LLEVARÁ HASTA LA MAR

Hoy tus sueños, Fermín

Saben a aserrín

Giran y dan vueltas

Hoy tu tristeza al sol

Quiere ser real

Aunque no lo creas

En el hospicio le darán

Agua, sol y pan

Y un ave que guarde su nombre

En el hospicio le dirán

Pronto has de morir

La noche izará su final de gotera

Y el ave aquel lo llevará

Fermín se fue a la vida

No se cuándo vendrá

Luis Alberto Spinetta

(lectura de Mónica)

**

El mar, la mar

A veces padre

a veces madre

a veces vida, como casa

a veces muerte, como fin.

A veces furia

otras, reposo.

A veces pueblo

y aquí me quedo

mi pueblo-mar.

Olas mujeres

olas varones

oleaje infancia

trabajo y tiempo

rompiente y roca

amor y fuego

silencio y música

percusión del agua

en lucha o en beso.

Risas y miedo

te quiero playa

vendaval o remanso

arena que precede al agua

a la sal, a la mar,

a mi pueblo-mar

tan viejo

tan joven

tan nuestro.

Infinito y luz

espejo de estrellas

alma del aire

sos mar amante

mar aventura

sos pampa de agua

pampa de espuma

jardín brillante.

Mi pueblo-mar

belleza interminable.

Graciela García

**

El amor no tiene género

Mar mujer, padre oceáno

, monstruo belleza de amplias libertades

que ahoga una sola cosa

: La palabra.

Leo Baldo

**

El viejo y el mar (frag)

He always thought of the sea as ‘la mar’ which is what people call her in Spanish when they love her. Sometimes those who love her say bad things of her but they are always said as though she were a woman. Some of the younger fishermen, those who used buoys as floats for their lines and had motorboats, bought when the shark livers had brought much money, spoke of her as ‘el mar’ which is masculine.They spoke of her as a contestant or a place or even an enemy. But the old man always thought of her as feminine and as something that gave or withheld great favours, and if she did wild or wicked things it was because she could not help them. The moon affects her as it does a woman, he thought.

Ernest Hemingway, The Old Man and the Sea

Decía siempre “la mar”. Así es como le dicen en español cuando la quieren. A veces los que la quieren hablan mal de “ella”, pero lo hacen siempre como si fuera una mujer. Algunos de los pescadores más jóvenes, los que usaban boyas y flotadores para sus sedales y tenían botes de motor comprados cuando los hígados de tiburón se cotizaban alto, empleaban el artículo masculino, lo llamaban “el mar”. Hablaban del mar como de un contendiente o un lugar, o incluso un enemigo. Pero el viejo lo concebía siempre como perteneciente al género femenino y como algo que concedía o negaba grandes favores, y si hacía cosas perversas y terribles era porque no podía evitarlo. La luna, pensaba, le afectaba lo mismo que a una mujer.

(lectura de Inés Ruvituso)

**

Haikus

la mar del vientre:

bulevard de las olas

farolas de algas

*

viva Alfonsina

caracola valiosa

transatlántica

Silvia Botallo

**

El combate

Si esa furia del mar impredecible

 contemplo en una tarde luminosa,

se desbordan mis sólidas murallas

y me acomete una fuerza misteriosa,

que oscurece  razones y sentidos

y me empuja, con sed vertiginosa,

a su vientre de algas y corales,

donde surge la reina prodigiosa,

que atrapa, con sus redes nacaradas

y dirige la marcha de las olas,

al compás de sus delfines dorados

y la danza feliz de alguna orca.

Ella es esa esencia femenina,

que dibuja colores en la proa

del marino que vuelve a su morada,

luego de cierta lucha peligrosa,

con tifones y viento huracanado,

que desata energía rencorosa

del dios masculino, que pretende

destruir la vigencia de las cosas.

Se encuentran el gigante y la diosa,

se funden, en abrazo primigenio

y el agua llega mansa, hasta  la costa.

Susana A. Orden

**

A orillas del Plata

La  niebla se va ocultando

detrás del inmenso río,

Observo la curvatura

del horizonte escondido.

Y  sentada en una roca,

siento ese leve vacío,

que a los mortales produce,

la  ausencia de todo abrigo

Es cuando el cuerpo se suelta

de sus yugos y castigos,

el alma flota en silencio,

sobre el mundo conocido.

y parece que no estuviera,

ante los ojos no entendidos

Ella vuelve a su esencia,

a su elevado destino

Está preparando las alas,

que alguna vez ha perdido,

para volar con las aves

y espiar los fugitivos

escorzos del universo,

lanzando el desafío…

¡Por eso nos turba tanto

atisbar el infinito…!

 Susana A. Orden

**

…el ojo arraigado en este hueso asume la temporalidad

Y se mantiene autóctono, pleno de resonancias

En oposición a la pesadez perpendicular de ese gnomo

Mental y macizo… ¿Quién expande la instancia materna?

¿Quién…el flujo externo de circulo mental?

Este proyecto abismal no puede diluirse por las venas

Como si fuese un pensador que sopla objetos con su

Vertiginosa lengua… ¿Dónde está el fotógrafo?

Se escucha el crujir de huesos bajo la tumba…dos manos

Se hacen más luminosas, estaban separadas por esa masa

Reducida a música…los huecos de oxigeno son necesario

Para la fatiga crónica que viene. Estamos lejos de encontrar

El ojo real, aun, en esta atmosfera que supone un espacio

Prematuro…bajo esta tumba esta el crujir de esa cabellera,

La inspiración virtual deja la crucifixión eclipsada

En el signo putrefacto de su lengua

Debajo

Ni el estigma nervioso se puede comer.

Absorbe el nudo volcánico

Parte de esa cosmogonía esta vertiginosamente musicalizada.

La fábrica ha cerrado por adelantado, tus nervios guardan

Un poco de fuego… ¿Dónde estás? Las llaves han colapsado

Las grandes nieves se aproximan, tu mirada retrocede y comienza

El temblor…los cuervos queman el óleo verde de la caverna…

¡Si no gritas, la tumba se vacía!

Los nervios aplacan la cera de cada fotografía…el océano actúa

Como mediador entre mi sombra y la Ciénaga…del ocio que respiras

Sale una ráfaga de insectos…el filo del cristal es un filamento estival.

El plan era: amortiguar esa cabellera, hacerla circular o vaciarla

En el micrófono familiar mientras leen…

Inmerso en lo musical, dejó abierta la nieve como muestra de hipnosis,

Dejando la cabeza en busca de arena para su cura y esperando que se

Prolongue la estrategia en el recinto licuado de ozono.

Detrás del Olimpo los pescadores pulsan el cráneo.

Jorge Castaneda

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *