PRESENTACION EN MAR DEL PLATA
El 29 de noviembre de 2015, en el marco de la Feria del libro de Mar del Plata presenté Coplas de Orilla. Fue a las 18 en el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. Estuvo presente Ricardo Héctor Rabitti, autor del prologo, Mariel Galarza, autora del diseño y arte de tapa, y Hernán Mlynarcewicz, amigo que leyó la copla que transcribo a continuación:
COPLA X
(Lamenta la muerte del hermano de un amigo. Nada en el mar mientras atardece)
Así es como ocurre con las hojas de los árboles con los pájaros con todo
lo viviente qué decir decía preguntaba frente a un cuerpo que se queda quieto
y se enfría repentinamente ayer era piel y movimiento gestos luminosidad
dolor incertidumbre belleza asombro y ya está en tierra en aire en un primer
olvido anoche traían el tibio sangrante de un hijo quién lo había herido
en el cuello quién por qué ahí estaba luego de una larga velada
fuertemente emotiva entristecida preguntadora de esas insondables fue
a la noche de eso en su sueño evidente en el que caía goteando ese llanto
esa congoja uno se pregunta más tarde sueña y al despertar una lagaña
te calcina un rato durante su esplendor este cerebro o el hígado y ya
está pasó sana sana colita de rana y es indudablemente bellísimo
vivir pero pero pero siempre baja esa gota negra uno o el vecino algún
amigo allí éramos dos chabones ya grandecitos y era la pregunta la misma
más o menos dónde cómo cuánto tiempo te pega el lugar vacío el ausente
donde había una configuración muy precisa oh milagro de bocas sonidos brazos
abrazos una corriente cierta de cariño amor calor cómo cómo cómo sucede sí
como las ramas las flores los todo tipo de animales sucede de un
modo u otro en ese lento morir de ella anciana cáscara donde era fruto
o de un golpe de viento que marchita todo eso que era calor vivo intensidad
árbol de guerrero que tiembla todavía estertores en un charco de sangre sobre
el campo de batalla o una cama despedida donde hubo semen pasión
yo veía con asombro parecido la formación fugaz de las nubes hacia
el oeste serían las seis de la tarde en el sur temibles grises
el oleaje ya cantaba con voz ronca respiraba a grandes bocanadas de agua
se notaba porque la cuna del mar se mecía con amplios movimientos
dije zarpazos en cámara lenta sentía uno yo ahí la palma de esa mano
el vaivén y con cada brazada salía una bomba de luz entre montañas
todo el cúmulo hacia el oeste era blanco espumoso volcánico arrebatado
por los últimos fulgores del sol los más intensos agónicos adioses
mientras llegaba parecía llegar un ejército de negros caballos del sudeste
y no podría creerse tal vez pero allá iba yo hacia la tormenta
con mis brazos de cincuenta y cinco años cada uno la abuela cósmica
whitmaniana movía lentamente gigantesca esa cunita pacífica
por el momento esperaba indudable el fin de esa pachorra
ese discurrir sereno se venía se venía con un ritmo regular viajaba yo
subido a una música de venas latidos de espíritu respiraciones So
Jam y allí sorprendentemente se me daba el cielo iluminado qué digo
una ebullición delirante flotante entre los edificios magnífico de
ver cambiaba a cada So en cada Jam sutil y levemente cambiaba
una uña ardía una pestaña imperceptible aunque yo lo percibía chorreaba
el agua entre mi pelo mis labios sabor entre dientes era pez veía todo verde
alga protegida por mis anteojos de mar nivelaba la temperatura de mis
extremidades mi pequeño universo bajo los poros todos cada uno hacía
su parte concentrados armónicos lo que dure será el tiempo ya pasaron dos
cientos metros mucho tramo de mar poco casi nada en la medida del océano
capitán suficiente rápido se desvanecen esos montes pierde vigor el sol
su despedida cae cae cae la sombra ya tiene tomada una cara del cielo
donde hubo luz brillante algodón espuma espesa burbujeante silencio
esto es un siniestro metal frío colgando cielo tan pronto el calor
se va el color la asfixia se disuelve entre los dedos de la noche
tritura tritura tritura toda forma mi respiración ahora durará un
poco más qué bueno me olvido de quién fui quién seré entro a salir
encaro en diagonal hacia la orilla la rompiente está lejos espera que
la oscura la del cielo rugiente se desate por el sur bestia cascada vientos
mido la salida las brazadas So Jam So Jam So Jam soy un pez
en lo verde se asoman a mis antiparras simpáticos pejerreyes sonríen
son los más amigables andan más bien por arriba las lisas te enloquecen
tubos de carne alborotada en infinitos cardúmenes misiles me rozan
se dispersan a mi paso soy mendigo rey de la creación sin escamas
de mente prodigiosa inventé unos ojos submarinos envidio el
deslizamiento de las focas qué duro trance ahora alcanzar la costa
hermosa Ino Leucotea me sobrevuela se acerca quiere decir algo yo no
entiendo eso era antes ahora hemos perdido el oído el sentido
ni siquiera estas diosas aves blancas pueden ayudarnos no te preocupes
me sacaré el peso de mis ropas saldré a la orilla y me arroparé entre
tamariscos soy una semilla de fuego no habrá muerte todavía esperaré
a que todo gire y vuelva y me despierte la dulce voz enamorada
de Nausicaa esta vez me quedaré con ella ya me echaron de casa
no sé voy a pensarlo pensarlo pensarlo o mejor será lo que me dicte
el corazón cuando me despierte despierta corazón el tiempo pasó
vuelven a vos los vivos congelados de un golpe de repente el fantasma
parece ser eso que vuelve donde estaba ese cuerpo antes labios dientes lengua
voces articuladas afecto abrazo cálido estar con otro náufrago también
pero de uno esa familiaridad amistad estar juntos en el mundo
mientras dura ya no está igual retornan también aquellos que continúan secos
hundidos en la vejez sin sangre casi sin voz sin pensamientos sin ver ni oír
qué inútil mantenerse ay ay preferiría morir no sé cuando salga nadando
veré ya camino sobre el banco de arena el aire se detuvo anuncia
que los corceles pálidos al fin están llegando nos da tiempo sabio
para protegernos toalla buzo ir derecho a casita todavía entero
vivo nos bajamos una botella de tinto y queríamos más para que
los muertos que evocábamos pudieran volver renacer con vino en
las venas a saludarnos a decirnos nos fuimos prematuramente por
tal o cual razón los dejamos solos pero todo seguirá tras las nubes tras
la helada tormenta repentina galopa yo que sé tomamos otra
no está bien es suficiente volvamos a casita esperemos así igual ocurre
en la naturaleza vuelven las hojas verdes donde cayeron secas las
muertas el viento las mece incluso en la muerte las cuida se las lleva
a un cielo invisible indivisible molino de amor eterno quiero
decir quisiera digo para decir algo decirme que la respiración So
Jam So Jam So Jam las brazadas seguirán en algún otro océano in
terminable sin orillas sin rompientes sin anteojos de mar.
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