Al mar hay que decirlo…

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El sábado 8 de enero tuvimos la primera charla presencial en el Chalet de don Carlos, con todos los cuidados correspondientes. Temas: Antología personal, con lecturas de Respiraciones y Estrellas (1981-88); Mar y nadar; Psicoanálisis y poesía (aporte de Gustavo Zaldívar). De las múltiples lecturas de ayer, transcribo un poema de Felipe Zaldívar, y el mega-poema marino de César Fernández Moreno, que conocí durante la cuarentena gracias a Natalia Molina, que lo trajo a una de las charlas por zoom. Nos vemos el sábado 15 con La poesía, el mar y la música. Abrazo!!!!

*

Vengo al mar y fijo

los ojos en las olas

en el vaivén en el sonido

buscando ese verso que descifre

lo que pasa

pero las letras se escapan

de mis manos

como arena

que es como decir

pierdo el cuerpo

que es como decir

busco un poema

Felipe Zaldívar

*

Al mar hay que decirlo

al mar hay que decirlo
el mar es un hecho que el hombre no puede pasar por alto
hay que volverlo palabras
hay que hacer del mar un sonido que te salga de la boca
un dibujo de letras que te parta el corazón
ahora van a ver qué fácil
yo les voy a decir
el mar

uno va por el camino y de pronto el mar
sale del cielo para abajo
está duro liso cobrizo vertical
uno ve el mar y qué
es algo innecesario rebuscado
un mero color puro
con la tierra y el cielo bastaba para envasar la tarde
pero el camino se derrumba al mar
y el mar te punza la cara se mete en tus sentidos
entonces te das cuenta
lo importante del mar es que viene a la tierra
hay una fuerza que se apoya en el horizonte y se proyecta
     hacia aquí
viene y se rompe en la roca
la vertical gira como hélice lo liso se eriza lo cobrizo se irisa
el mar se particulariza se desparrama se deja chupar por la
     playa
lo duro se fragmenta en un millón de besitos
aquel mar general resulta ser una cita con vos en la costa
un hecho neto de tu biografía
este momento de tu respiración

entonces no es el mar
yo no decía el mar en tanto rompe sobre la orilla
no decía tu retina ni tu epidermis
qué me importa el mar trepando tu pie
yo preguntaba por el mar por el mar
a ver si le puedo sacar el parecido
parece la pampa pero con alambrados de espuma
una palma de mano que sostiene las nubes
una almohada para la cabeza de dios
el ojo de buey por donde mira dios desde su camarote
el ojo de la tierra
una rueda con cámara de horizonte
la línea de flotación de todos los buques
la tumbadora que golpean los nadadores
el refugio subterráneo de las playas
una bailarina deshecha
el ruido líquido la parte más baja del cielo
o el verdadero cielo y estamos al revés las estrellas se
     cayeron arriba
o el verdadero continente y aquí nos ahogamos
si el mar fuera todo eso sería lo que no es
entonces cuál es yo preguntaba por su tejido de adentro
por el mar por el maaar

desde el cielo las olas pierden énfasis
solo configuran la curtida piel del mar
flota un barco al sol como un insecto acuático
la rompiente no grita al abordar la tierra
solo manifiesta su impotencia de seguir mar con una
     marginal protesta de espuma
es tan evidente que la forma de la costa depende de la tierra
que el mar es una extensa pero débil objeción del agua a la
     tierra
a estas alturas todo se pone demasiado abstracto
el cielo siquiera tiene nubes
el mar solo tiene mar
qué manera de estar esto ya no es el mar
las nubes perfeccionan momento a momento su explosión
     silenciosa
solo ellas son humanas están más vírgenes más besables por
     arriba
el mar no existiría si las nubes no lo necesitaran para
     proyectar su forma
las nubes determinan un cielo de arriba y otro de abajo los
     dos con puntitos blancos
el avión elegante vuela gozando el sol
que permanece arriba sin llegar a los hombres
sin embargo las nubes se rasgan se dispersan
y el mar triunfa sigue abajo sin una fisura
pero yo no quería decir ese mar sus componendas con la
     tierra y el cielo
con el sol con la sopa de nubes

yo quería decir el mar
no resbalar entre los planos del silencio
cerré los ojos ahí estaban las mismas nubes
entonces volví abajo para mirar el mar desde el mar
puse mi tiempo en agua por el ancho de un océano
el buque habló humo el mar contestó espuma
al mar hay que decirlo yo insistí
queriendo una vez más restablecer a palabras mi equilibrio
    con el mundo
ahí estaba esa cosa verde
la miré la volví a mirar la seguí mirando hasta que se me
disolvieron los párpados
pero el mar seguía consistiendo en la exagerada redondez
     del horizonte
el paisaje infinito no será para verlo
en vano el hombre se arroja contra él
rebota y vuelve a sus sensaciones orgánicas
a sus dedos amarillos de tabaco a la cutícula irregular de
     sus uñas
ya viene la noche a relevarme ya te cubre de sí
mar como si no fueras lo bastante oscuro
a lo lejos la tierra alardea de faros
como si ella fuera tan clara
en vano tus olas se me aplastan contra los oídos y me
     cambian el mundo
yo no entiendo lo que querés decirme
¿quién te bate desde adentro quién te emociona hasta
     volverte espuma?
¿para qué tanta agua si no podrías ahogar una gaviota?
¿qué te parece la república argentina
te acordás de Mariano Moreno?

pero el mar no responde
la quilla lo hiere lo saja
él opone magia blanca de espuma y recobra su respiración
     ondulante

yo no te puedo ver solo la luna nueva te contempla en secreto
igual me lanzo todo el tiempo sobre vos
¿un contenido? ¿la cosa más grande puesta sobre el planeta?
imagínense un vaso lleno de agua
los habitantes de sus bordes vivirían embrujados por ese
     líquido
en definitiva la menor gota de niebla la más insinuada
     lágrima desembocan en el agua total del mar
cuerpo intermedio penetrable flotable móvil y quieto
su forma conciliadora lo hace hermano del hombre
el mar es una especie de tierra benigna donde no tropiezo
una especie de viento muy fuerte que se ve
al agua la conozco con la boca y el cuerpo
respeta mi perfil mis tejidos más delicados se deja doblar
     nos recibimos por entero
mar ya te voy entendiendo
algo como eso pero no tan largo
solo una sirena podría abreviármelo
(llorando entrecortadamente)
ah si yo fuera pez
ameba siquiera
(más esperanzado)
si me ahogara tal vez…

…el texto continuaba
en la próxima estrofa explicaba el mar completo
yo la escribí crispado sobre la proa
pero esa hoja se me voló al mar
                                                                      1955
César Fernández Moreno (Buenos Aires, 1919-París, 1985)

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