La poesía y el mar 17 de abril

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Poemas del primer encuentro del 2021.

Arranques

Por el agua

Entran los pies en el mar,

Que ya ondula,

Chispeando; sobre el agua,

Luz más rubia.

Precipitándose corre

Con tumulto de roturas

Una alegría que cae

De bruces sobre la espuma.

El tan niño hacia su voz

Se aúpa,

Se multiplica, resalta,

Onda aguda.

Rizándose va y creciendo

Con ondulación de suma

Todo un caos de salud

Que se crea ya su curva.

Arrollador griterío

Absoluta

Vida sin sombra ni término;

Criatura.

***

Por la hierba

Se arroja el niño a la hierba,

Que es un mar,

Y por lo fresco y lo blando

Nada ya.

(¿Hacia dónde tantas ondas

Bajo el sol?)

_dame el campo con el cielo

Damelos.

¡Para todos ahora mismo

Quiero más!

Dame el campo con el cielo

Damelos

(¿Hacia dónde tantas ondas

Bajo el sol?)

La hierba es un oleaje

De verdad.

Entre las manos del niño

Pasa el mar.

Jorge Guillén

***

Epígrafes

Cada amanecer

es una incógnita,

una ecuación

de peces en el cielo

y nubes en el mar.

Alguien nos borda

el firmamento

para enhebrar el día:

El sol y sus costuras,

un verbo anticipado

vuelo ingrávido

de plumas fugitivas.

Lluvia impalpable

fuego

bracero

y en el agua un incendio.

Género citrus

naranjín, limoncello:

¡Caramelo de oro

del Marcielo!

Graciela Vergel

***

Poesía vertical

Hacerse a un lado,

abstenerse,

no importa en qué clima.

Sumar las noches como ensalmos

y quedarse al margen,

sin pronunciarlos siquiera.

Desviar la eternidad levemente

y permanecer allí en suspenso,

como un insecto en una grieta.

Sólo así,

abandonando a veces temporariamente la vida,

es posible seguir viviéndola.

Roberto Juarroz

***

Amigo mar

Yo te miro desde  mi pensamiento,

que acorta los senderos de  distancia.

Tus perfumes embriagan mis sentidos

y conducen a plano de nostalgia

Los rumores reclaman mi presencia,

tu infinito me llama en lontananza,

estallido de luz omnipresente,

horizonte de cosas añoradas.

Son tus aguas, un manto necesario,

que contiene pasión originaria

Y tus seres, profundos, ancestrales

me convocan a tierra imaginada.

Son tus alas, invitación al baile,

que el alma acepta, subyugada

Y en profundos abismos siderales,

tus sirenas me llevan a la calma.

A veces es dudosa tu existencia.

No sé si yo solo te  imaginaba

cual castillo de arena de una niña,

que el viento derribó en la madrugada.

Sin embargo, yo creo que tu esencia

forma parte de nuestra estirpe humana.

Y aún en los tiempos más oscuros,

nos sostienen tus olas y tu magia.

Susana A. Orden

***

L’Albatros

Souvent, pour s’amuser, les hommes d’équipage

Prennent des albatros, vastes oiseaux des mers,

Qui suivent, indolents compagnons de voyage,

Le navire glissant sur les gouffres amers.

A peine les ont-ils déposés sur les planches,

Que ces rois de l’azur, maladroits et honteux,

Laissent piteusement leurs grandes ailes blanches

Comme des avirons traîner à côté d’eux.

Ce voyageur ailé, comme il est gauche et veule!

Lui, naguère si beau, qu’il est comique et laid!

L’un agace son bec avec un brûle-gueule,

L’autre mime, en boitant, l’infirme qui volait!

Le Poète est semblable au prince des nuées

Qui hante la tempête et se rit de l’archer;

Exilé sur le sol au milieu des huées,

Ses ailes de géant l’empêchent de marcher.

Charles Baudelaire

***

El albatros

Por divertirse a veces suelen los marineros

cazar a los albatros, aves de envergadura,

que siguen, en su rumbo indolentes viajeros,

al barco que se mece sobre la amarga hondura.

Apenas son echados en la cubierta ardiente,

esos reyes del cielo, torpes y avergonzados,

sus grandes alas blancas abaten tristemente

como remos que arrastran a sus cuerpos pegados.

¡Este viajero alado, oh qué inseguro y chico!¡

Hace poco tan bello, qué débil y grotesco!¡

Uno con una pipa le ha chamuscado el pico,

imita otro su vuelo con renqueo burlesco!

El Poeta es semejante al príncipe del cielo

que puede huir las flechas y el rayo frecuentar;

entre mofas y risas exiliado en el suelo,

sus alas de gigante le impiden caminar.

Versión de Ignacio Caparrós

***

Las cosas

El bastón, las monedas, el llavero,

la dócil cerradura, las tardías

notas que no leerán los pocos días

que me quedan, los naipes y el tablero,

un libro y en sus páginas la ajada

violeta, monumento de una tarde

sin duda inolvidable y ya olvidada,

el rojo espejo occidental en que arde

una ilusoria aurora. ¿Cuántas cosas,

limas, umbrales, atlas, copas, clavos,

nos sirven como tácitos esclavos,

ciegas y extrañamente sigilosas!

Durarán más allá de nuestro olvido;

no sabrán nunca que nos hemos ido.

Jorge Luis Borges

***

Abrázame que esta no es una corriente como las otras/ agárrame bien que este rayo viene justo sobre mi frente/ sálvame que esta ola ha destruido todos los puentes/cubrime que estas balas vienen de todos lados/ que no sé rezar ni escribir plegarias/ ni me fue dada la fe/ háblame besame/ sentime/ que aunque parezca locura/ no te estoy pidiendo nada…

Jorge Alemán

***

El pintor de las mujeres soles

Abandonado en su empecinada claridad.

Hizo su último viaje ya muy solo

Sobre el atlántico

Y fue sepultado cuando llegó.

El pintor brilloso como la luna

Con su pelo largo con su barba culta de polvo.

Escupió al cangrejo desde un dibujo

Y le puso fecha a su despedida.

Y siguió queriendo aunque no fue amado

Ni como ser humano.

Y siguió aprendiendo el camino de la soledad

En todo momento.

Y se fue entre ceras alucinantes

Con su pelo largo con su barba culta de polvo.

Descargando gritos sobre las armas

Mientras los beatos se persignaban

Y el no tuvo iglesias

Pero algo de altares al amor

Hubo entre sus lienzos.

Y en la fantasía iba platicando su viaje

Hacia el universo

El pintor de las enredaderas de luz escribió

Sus últimos signos con triste desesperación

Y dejó sus restos a los amigos

Y dejó sus restos a los amigos

Pidiéndole sólo paredes para sostenerlos

Pidiéndole sólo paredes para sostenerlos.

Silvio Rodriguez

***

Una temporada en Twin Peaks

Entra a este pueblo que flota en tu boca

Y abre la extraña carretera

Que une las rocas, despedazando

Todo contacto con un cuerpo envuelto.

La señora del leño es una vidente

De extravagante introducción al rito

Su entereza atraviesa el bosque

En la nocturnidad perenne.

Gordon Cole en su sordera

Hablo en secreto al oído del mundo:

                                                                No se mantienen los helechos en sal

                                                                No se consolida la voz en esta soledad

(la logia blanca se mantiene intacta)

¡ Cuidémonos de toda perdida!

Este pueblo utiliza el bosque

(cuyo purgatorio es la Red Room)

Y lo mantiene volátil, cabeza abajo

Embalsamando identidades superfluas,

No intenten comprender los signos

En un puñado de huesos inocentes,

Esta sustancia cabe en el anillo verde

Que emerge debajo de la cama de Laura Palmer

Ella tiene los brazos extendidos

Y provoca mediar el transportador que gime

Rumbo al sótano.

Jorge Castañeda

***

Escucho,

el mar me habla

me cuenta historias

de tiempos lejanos

y no tanto,

 de dioses y héroes

de guerreros

de mártires

de mujeres valientes

de niños refugiados

de fiestas gitanas

de temporales y soles

de amores y batallas

siempre me habla,

me recuerda la vida

y las sonrisas

de mi hija nadando

me invita al placer

a la quietud y al

remolino

yo lo escucho

y a veces

también le hablo

Graciela García

verano 20/21

***

Poemas de mi libro La belleza del Mundo:

Solo anclado en cuerpo el verbo

se sale por los dedos hacia el aire

de los pies a la ventanas altas

donde la tarde deja caer sus trinos.

Y yo vuelvo a no saber si habito

una casa soleada o un sótano lúgubre

donde el agua del  mar roza o penetra

balbuceos y risas de náufragos eternos.

La voz se abre a las ramas del mar

pone en los nidos huevos de gorriones

cree vivir allí con sus poemas

palabras que  esperan que les crezcan alas.

Ay ruiseñor del mito, ay colibrí

que corazona esta brisa terrestre

aquí y ahora está siendo su canto

y late en mi soledad enteramente.

Anclado el verbo canta y gime

y celebra su no sé qué de haber nacido.

***

Si las palabras pudieran nacer

de las entretelas del cuerpo

y yo aceptar que renazco

de tus costillas, amor.

Si desde el sol irradia el mar

o en un susurro de las olas

soy una bella mitad sin tristeza

en el silencio o la soledad de la noche.

Entre las costillas la marea del lenguaje

sube y se muestra en brillos de agua

peces de versos alineados

escamas, gotas, vapores ascendentes.

***

Volvió de ver los mares y trajo

de cada lugar una reliquia

piedras únicas, forjadas por el agua

y quiso que otros admiraran

comprendieran lo que había detrás

de cada una, los aromas, los climas…

lo miraron como si hablara en un idioma extraño

y él se quedó atónito y feliz y descubrió

la soledad.

***

Me aburre el aire del paraíso

porque no sé respirarlo

y creo que la poesía son palabras

y no silencio

y sigo dejando rastros

huellas, monumentos, ruidos.

Este poema de la Belleza del mundo le recordó a Inés Ruvituso este de Emily Dickinson:

I never felt at Home—Below—-

And in the Handsome Skies

I shall not feel at Home—I know—

I don’t like Paradise—

Because it’s Sunday—all the time—

And Recess—never comes—

And Eden’ll be so lonesome

Bright Wednesday Afternoons—

If God could make a visit—

Or ever took a Nap—

So not to see us—but they say

Himself—a Telescope

Perennial beholds us—

Myself would run away

From Him—and Holy Ghost—and All—

But there’s the «Judgement Day»!

Nunca me sentí en casa –aquí abajo –.

Y en los cielos radiantes

no me sentiré en casa –lo sé–

no me gusta el Paraíso–

Porque es domingo –todo el tiempo–

y el receso –nunca llega–

y en el Edén serán tan solitarias

las radiantes tardes de miércoles–

Si Dios fuerade visita–

o durmiera alguna vez la siesta–

para no vernos–pero dicen

que él mismo– es un telescopio

que nos observa perenne–

yo misma huiría

de él–y Santo Cielo–y de todo

¡pero está el Juicio Final!

***

Comentario para “el país” de los lectores de LA BELLEZA DEL MUNDO de Aníbal Zaldívar 

Desde esa concavidad donde habita el agua inconmensurable, plagada de seres que suelen asomarse a visitar la playa, desde esos frisos geselinos que espejan las brasas del océano, o esa lentitud de mar que escasamente habla de sus hondos secretos. 

De allí viene este cantar, su oleaje y su deshoje, su temblor y su mármol, su guitarra y su plumaje. 

Este poemario se desviste de cielos, sacude su arena y respira y trasuda vida, desde esta habitación de cuerpo alado y paredes de hojas blancas, escritas en complicidad con la preciosa música de las musas. 

La belleza del mundo ofrece su candor y su espuma, nos inventa un microcosmos de sabores, capaz de hacernos  volar por una vía láctea, donde habitan sonrisas de luz, o lágrimas que al caer se cristalizan en pétalos. 

Duermen en su jardín duendes de verso y hueso, de metáfora innumerable. 

En este bello relicario, se guardan de nuestra mirada terrena, algunos dioses diminutos, que a veces escapan a posarse sobre el taco de reina y la corona de novia, o a navegar sobre la simpleza de los geranios. 

Cierro el libro, lo arropo entre los brazos, y aún así siento el rumor de una “cascada lírica”, una historia que Aníbal Zaldívar trae escrita desde Coplas de orilla, Piedras Marinas, Navegaciones de cauce intenso, Respiraciones con exhalación de Estrellas, cascada que “se suelta en el aire y pasa al corazón/ para afirmarse y hacer pie en el universo”. Sea bienvenida esta belleza que puede provocarnos tan dulces estremecimientos!

Silvia Bottallo

***

Crónica del Encuentro La poesía y el mar del 17-4-2021

-Aníbal comenta la gran riqueza de nuestras reuniones, que continuamos por whatsapp. Nos dice que luego de escribir La belleza del mundo, sintió el «sindrome de la hoja en blanco», «Tengo el deseo de no escribir, sólo de ver. Fui leyendo libros que tenía pendientes, aún de Universidad, como «Estructura de la lírica moderna» (de Friedrich) en Baudelaire, Rimbaud, Mallarmé y me enganché con Rimbaud, con esta atmósfera oscura de la poesía. Pensé en poner en mi libro la frase de Rimbaud «Los libros sólo sirven para ocultar la lepra de las viejas paredes», pero me pareció arrogante para la presentación de un libro. Y busqué otro libro, después de escuchar a Borges decir que Jorge Guillén es el poeta más grande de su generación. En «Cántico», los dos primeros poemas hablan del mar: «entran los pies en el mar… una alegría que cae de bruces sobre la espuma» «absoluta vida sin sombra . . . criatura». Y «Por la hierba»: «hacia dónde tantas hierbas bajo el sol?»

Se repite el tópico del mar y el campo como imagen de extensión infinita. Esto me llevó a los tópicos del mar que era la propuesta. Recordé mi trabajo sobre Borges y el mar. Para nosotros, la llanura es el mar. «Yo presentí la entraña del mar en las orillas». Carriego: «hacia el poniente la tierra asume lo indeterminado del mar». En su «Oda compuesta en 1960» Borges dice «Patria yo te he sentido . . . en la mano que templa una guitarra». La llanura y el mar se emparejan acá. Borges plantea que el mar funciona como inspirador. «Dos deberes tendría todo verso: comunicar un hecho preciso y tocarnos físicamente, como la cercanía del mar.» Todo esto se puede leer en mi libro de relatos de viaje.

Propongo que los encuentros sean una vez por mes, y que la temática del próximo sea El mar y la poesía heroica. Gracias al grupo «Esperando a Aníbal»

-Julio Fernández: «gracias porque la pandemia no es lo que esperaba. Tuve el honor de que Aníbal me seleccionara para leer un poema «Si las palabras pudieran nacer de las entretelas…»

-Graciela Vergel lee un poema propio: «cada amanecer es una incógnita»

-Alicia: «hermoso el grupo de whatsapp, los aportes de Graciela Vergel y Silvia. Gracias a todos, especialmente a Aníbal por sostener estos encuentros un año» Lee el poema de la página 37 de La belleza: «sólo anclado en cuerpo el verbo»

-Cristina: «primero quiero saludarlos con mucha emoción, contenta de saludarlos. Me ayudaron mucho a sintetizar todo lo que escribí en mi vida. Gracias!»

-Gustavo Zaldívar: «saludarlos y hoy vine a reencontrarnos, simplemente. El flaco no me encomendó nada. Preparo para la próxima la cuestión heroica. Los abrazo.»

-Silvia: «parece que nos hubiéramos conectado espiritualmente porque Alicia publicó una nota de Página 12 sobre Baudelaire, que amplificó el espacio de la metáfora (lee la nota). Escandaliza a la burguesía en Las flores del mar.

Le pedí a Amalia que lea el poema El albatros, en francés y luego yo lo leeré en castellano.

-Amalia: «gracias Silvia por permitirme leer en francés, que cada vez está más lejos con la pandemia»

-Aníbal: «el albatros es el signo del poeta, de la libertad»

-Silvia: «por divertirse a veces suelen los marineros cazar a los albatros» «reyes del cielo . . . avergonzados» «viajero alado» «príncipe del cielo» «sus alas de gigante le impiden caminar.» Y ahora, comentario a tu libro «desde esa concavidad . . . plagada de seres . . .» (Espero que Silvia nos envié su hermoso comentario)

-Aníbal: «les mandaré un bonus track en PDF de La belleza del mundo.»

-Daniel Pérez: «me parece bien que los encuentros sean una vez por mes. El balcón de Graciela fue un refugio para la desesperanza. Me pasé los treinta y tres zoom prolijitos en un cuaderno y leí mucha poesía. Elegí a Roberto Juarroz y su «Poesía vertical»: «hacerse a un lado, abstraerse» «como un insecto en una grieta». Admiro a Silvia por su capacidad de musa.»

-Daniel y Gaba: ella nos dice: «contenta junto a ustedes. Cumplí 60 en esta semana y mi compañero me hizo un libro artesanal «60 tankas», ilustrado por nuestros siete nietos (muestra los dibujos hermosos, hasta de Pedrito de dos años, de Salta, que ilustra con deditos un tanka sobre banderines) Un libro único! Se vienen semanas muy difíciles. Hoy me despertó Dani con una nota de Alemán en Página 12 y su nuevo libro. Más allá de todo, la poesía siempre nos alimenta y ayuda. Sin duda, el país al que mejor le va es Cuba, y sus niños que recitan tan lindos poemas de vacunas. Escucho mucho a Silvio, poeta contemporáneo curativo. El pintor cubano José -Pepe- Masiques me hizo acordar a los dibujos del mar de mis nietos Dante y Amanda. Murió a los 28 años yendo a buscar a París una cura que nunca encontró para su cáncer.» (Lee «El pintor de las mujeres soles», letra del tema de Silvio Rodríguez)).

Aníbal le pide a Gaba leer algún tanka y Gaba dice: «para la próxima». Daniel dice. «es rara mi sensación. Este es un espacio viejo y nuevo a la vez. Siempre con desafíos y proyectos nuevos. Estoy escribiendo cosas nuevas. Empecé a estudiar chino, una lengua fascinante. Dentro de dos años podré leer un poema en chino! Leo siempre a Alemán porque me aclara y hecha luz sobre muchas cosas. La alcaldesa de Barcelona renunció a su cuenta de tweeter porque es un espacio de violencia y no permite la reflexión. Además, es poeta Alemán (muestra su poemario «Río incurable») Me sonó beatnik. (Lee un poema) «mar, no tiene lugar, es tiempo» «donde vi caer la lluvia sobre el mar». Otro: «cubrime que estas balas vienen de todos lados» «besame» «que aunque parezca locura no te estoy pidiendo nada»

-Patricia Zaldívar: «vi una conferencia de Borges sobre su poema «Las cosas» que «no saben que existimos»: «el bastón . . . los naipes . . . el tablero . . .los libros . . . el rojo espejo» «durarán más allá de nuestro olvido, no sabrán que nos hemos ido»

-Susana Orden: «nuevas felicitaciones a Aníbal por su hermosa obra. Hace dos años que veo en fotos y en videos el mar pero no me meto. Le hice un poema que les dedico: «amigo mar» «tus perfumes embriagan mis sentidos» «horizonte de cosas olvidadas» «tus seres . . . me convocan» «tus sirenas me llevan a la calma».

-Graciela García (yo)»Qué hermoso reencontrarnos. Agradezco a Aníbal y a quienes pude conocer en Gesell por cómo me recibieron. En mi viaje de regreso leí La belleza del mundo y me pareció una preciosura. Me gustaron muchos poemas, sobre todo el que relata un viaje en el Sarmiento, que me pareció un poema sociológico, una crónica urbana (Aníbal me dice que ese fue el único poema que escribió en la ciudad de Buenos Aires) Me gustaría leerlo pero como la convocatoria era sobre el mar, voy a leer otro poema que me gustó mucho, el de la página 28 «Volvió de ver el mar y trajo/ de cada lugar una reliquia . . .» Me sentí muy identificada porque cada vez que voy al mar (y, al final el martes 13 de abril, pude meterme, en un día que parecía de pleno verano) no puedo evitar traer caracoles, como una pequeña  reliquia. Y leo otro poema, mío, que escribí hace poco: «Escucho,/el mar me habla/me cuenta historias/ de tiempos lejanos/y no tanto,/ de dioses y héroes . . .»

-Aníbal: «me recordó algo que dijo el Che cuando visitó Gesell» (guauuu!!!) Le digo que yo creo que nadie puede permanecer indiferente frente al mar. Me dice que hay una estatua al Che en Gesell.

-Gustavo Srael: «tu mar, Graciela, nos transportó a todos los mares. Es un círculo, los amaneceres de Graciela V. y Hernán! La vida merece que la vivamos lo mejor posible. Es nuestra meta. De Esquel, donde llevo a mi hijo, a mi casa, siento que entro en un loquero.

-Jorge: «saludo por el libro, que algún día voy a tener. (Gustavo Z. y Alicia se ofrecen a llevarle ejemplares del libro) Estuve viendo Tween Peaks y estoy escribiendo «Una temporada en Tween Peaks», voy por la página 30, les leo la primera y segunda hoja: «su entereza atraviesa el bosque» «la logia blanca se mantiene intacta» «nada de antorchas para el desayuno» «el sol no ha envejecido» «los gritos se escuchaban desde el estanque hasta los senos de una muchacha»

-Inés: «me aburre el paraíso» parece de Emily Dickinson.

-Aníbal: «cuando respiramos estamos respirando el paraíso»

-Daniel pide compartir pantalla y nos muestra la estatua del Che, que está en la 107.

 (Gracias Daniel! Estuve tan cerquita y no sabía que estaba allí)

-Aníbal: «nos vemos el 15 de mayo!»

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