Los poemas del Pinar

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Aquí van los poemas que leí en el «momento poético» de la Noche de Tangos en el anfiteatro, para celebrar los 50 años de los Encuentros Corales. Fue un gusto enorme compartir la experiencia con amigos artistas, queridos y admirados. ¡Que sigan los festejos! ¡Abrazos!

***

Del libro inédito «Deshojamiento»

 

4

La palabra se teje con el mar

quiere o pide ser parte de su trama.

 

Nadie sabe quién está más solo

el que dice algo o el que tritura las voces.

 

Entre las olas se dirime el enigma

mientras el acontecer hace su juego:

 

lo único real que persevera

a la espera del verso o el amor.

 

***

 

6

Como el mar me disperso

y nada me contiene,

como el mar busco una orilla

donde sujetarme y reposar y palpar

una agitación llena de peces

con la curiosidad de un navegante.

 

Muchos poetas rebalsan y enloquecen

por la falta de un puerto

hambrientos, ahogados en su agua

pero yo tengo el mar

ese gran náufrago de pecho generoso

que me lleva y me trae, confidente.

 

***

 

9

Que no se haga el solo ese hombre

rodeado de aire y respirando

 

que no se haga el muerto

perdidas las ganas de vivir

 

que no se haga el hermano del hambre

así de bien alimentado como luce

 

que no se haga ni siquiera el desnudo

aunque no sepa más con qué vestirse.

 

***

 

10

Cuando me hice perro renací

salí del mar

respiré el agua dulce

vi el presente en círculos

perfecto

y la muerte no estaba.

 

***

 

2

Antes que los zorzales

canta una rana o sapo

antes que las ratuchas

antes que los grillos

casi en el silencio mismo

se desata el trino del agua

dos o tres golpes de garganta

o tecla de los pastos

y calla

no se escucha de nuevo

esa voz que inaugura todo

y no necesita repetirse.

 

***

 

14

Los gatos duermen y no quiero

cerrar los ojos

no puedo abandonarme con ellos

a la sugerencia de olvido de la noche

persiste un humo de deseo

un tironeo insomne que recuerda

que el tiempo se escurre

y el ansia de aferrarlo me desvela.

 

Hay que caminar aunque no haya

un sitio donde ir los gatos

lo saben desde siempre nosotros

aprendimos a desear trasladarnos

de un lado a otro y hacia ninguna parte.

 

***

 

31

Corazón oscuro

cerrado

¿dónde están las llaves?

 

Voces de ranas

dan a las estrellas

la música

y vuelve en ecos.

 

No hay lejanía

en las gargantas

unánimes.

 

Corazón abierto

luz nocturna

en los charcos celebramos

la fiesta de vivir

lo eterno.

 

Ceremoniosamente

sin preguntar

por llaves o cerrojos.

 

***

 

37

El deseo de correr

empuja al perro

tras las gaviotas.

 

Sabe que no las va a alcanzar

pero corre y

ya de noche

no ve si están realmente

pero las imagina y corre

tanto o más intensamente

que cuando las veía.

 

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