Aquí van los poemas que leí en el «momento poético» de la Noche de Tangos en el anfiteatro, para celebrar los 50 años de los Encuentros Corales. Fue un gusto enorme compartir la experiencia con amigos artistas, queridos y admirados. ¡Que sigan los festejos! ¡Abrazos!
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Del libro inédito «Deshojamiento»
4
La palabra se teje con el mar
quiere o pide ser parte de su trama.
Nadie sabe quién está más solo
el que dice algo o el que tritura las voces.
Entre las olas se dirime el enigma
mientras el acontecer hace su juego:
lo único real que persevera
a la espera del verso o el amor.
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6
Como el mar me disperso
y nada me contiene,
como el mar busco una orilla
donde sujetarme y reposar y palpar
una agitación llena de peces
con la curiosidad de un navegante.
Muchos poetas rebalsan y enloquecen
por la falta de un puerto
hambrientos, ahogados en su agua
pero yo tengo el mar
ese gran náufrago de pecho generoso
que me lleva y me trae, confidente.
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9
Que no se haga el solo ese hombre
rodeado de aire y respirando
que no se haga el muerto
perdidas las ganas de vivir
que no se haga el hermano del hambre
así de bien alimentado como luce
que no se haga ni siquiera el desnudo
aunque no sepa más con qué vestirse.
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10
Cuando me hice perro renací
salí del mar
respiré el agua dulce
vi el presente en círculos
perfecto
y la muerte no estaba.
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2
Antes que los zorzales
canta una rana o sapo
antes que las ratuchas
antes que los grillos
casi en el silencio mismo
se desata el trino del agua
dos o tres golpes de garganta
o tecla de los pastos
y calla
no se escucha de nuevo
esa voz que inaugura todo
y no necesita repetirse.
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14
Los gatos duermen y no quiero
cerrar los ojos
no puedo abandonarme con ellos
a la sugerencia de olvido de la noche
persiste un humo de deseo
un tironeo insomne que recuerda
que el tiempo se escurre
y el ansia de aferrarlo me desvela.
Hay que caminar aunque no haya
un sitio donde ir los gatos
lo saben desde siempre nosotros
aprendimos a desear trasladarnos
de un lado a otro y hacia ninguna parte.
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31
Corazón oscuro
cerrado
¿dónde están las llaves?
Voces de ranas
dan a las estrellas
la música
y vuelve en ecos.
No hay lejanía
en las gargantas
unánimes.
Corazón abierto
luz nocturna
en los charcos celebramos
la fiesta de vivir
lo eterno.
Ceremoniosamente
sin preguntar
por llaves o cerrojos.
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37
El deseo de correr
empuja al perro
tras las gaviotas.
Sabe que no las va a alcanzar
pero corre y
ya de noche
no ve si están realmente
pero las imagina y corre
tanto o más intensamente
que cuando las veía.
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